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Paraguay apunta a reducir el déficit fiscal del 1,9% al 1,5% en 2026

Por Rodolfo Melgarejo, Economista Senior y Juan Manuel Invernizzi, Estratega Senior de PUENTE.
El resultado fiscal del gobierno central acumulado al mes de julio se situó en -0,5% del PIB (Gs. 1.739,8 billones). El MEF enfrenta el desafío de cerrar la brecha del déficit fiscal proyectado al cierre de 2025 en 1,9% del PIB, rumbo hacia el cumplimiento de la regla fiscal del 1,5% para el 2026, por lo cual, se prevé un mayor dinamismo en los gastos esperados como un aumento por efecto de estacionalidad en la ejecución de prestaciones sociales durante el cuarto trimestre del 2025.
En una primera mirada, se destaca la participación de los impuestos al valor agregado (2,9%) e impuestos a la renta (1,7%) sobre el PIB, los cuales representan una importante participación sobre los ingresos tributarios; sin embargo, también es importante señalar que los impuestos a las importaciones se llevan el premio como el que ha experimentado una mayor variación acumulada (23,2%).
Los bajos precios de las materias primas y la dinámica del comercio exterior crearon incentivos para las importaciones durante el primer trimestre del 2025, generando las condiciones para esta variación. La suma de los escenarios expuestos ha provocado un aumento acumulado del 9,8% en los ingresos tributarios y del 5,1% en los ingresos totales (Gs. 31.832,8 billones) en relación con el período acumulado enero a julio del 2024, representando el 8,7% del PIB.
Aunque se observa una disminución porcentual en los impuestos relacionados con el consumo en el acumulado del 2025 (IVA en un 3,1%, ISC en un 14,4%, Impuestos a la Renta en un 12,3%), a priori, en un escenario donde las exportaciones netas son negativas y una desaceleración en la recaudación de impuestos relacionados con el mismo, se podría inferir una perspectiva a la baja en el crecimiento económico; sin embargo, esto simplificaría el análisis ignorando otras variables, el escenario macro nos revela que el consumo privado continúa liderando la composición del PIB con un 60,4% y se espera su aumento en los últimos trimestres, alineado con la proyección de crecimiento del BCP al 4,4%.
¿Y qué pasó con los otros ingresos tributarios en 2025? Dentro de esta categoría se incluyen multas y retenciones que la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) realiza por ley sobre el 0,7% de los ingresos fiscales de su competencia, para posteriormente ser asignados y redistribuidos al financiamiento de sus gastos, esta variable se ajusta de manera mensual. Además, en enero de 2025, la CONAJZAR se integró a la DNIT, esa integración ha contribuido también a que la variación acumulada de 2025 en relación con el periodo anterior aumente en un 791,4%.
La contracción acumulada de los ingresos de regalías y compensaciones de las binacionales Itaipú y Yacyretá en relación al periodo anterior fue del 18,7%. Uno de los factores que explican esta contracción fue la sequía observada al final del primer trimestre, extendida al segundo, que provocó una caída en los causes hídricos, contribuyendo consecuentemente, a una disminución en la generación de energía en las entidades binacionales.
Por otro lado, los gastos totales acumulados al 2025 aumentaron en un 5,5% (Gs. 30.153,0 billones) en relación a su contraparte registrada en el periodo 2024, representando el 8,3% del PIB. Al analizar los gastos, se observa que los componentes con mayor variación acumulada en relación al mismo periodo del 2024 han sido las prestaciones sociales y pensiones en un 15,5% destinadas al financiamiento de programas sociales del gobierno; y los pagos de intereses de la deuda pública que han variado en un 12,6%. En contraste, se han contraído gastos corrientes como compras de bienes y servicios que incluyen servicios básicos, viáticos y dietas, entre otros, en un 17,5% y otros gastos, como, por ejemplo, transferencias corrientes y capital al sector privado en un 18,1% lo que podría ser un indicador del esfuerzo por cumplir con el objetivo fiscal del año.
Además, no debemos perder de vista la interacción de las inversiones públicas en el desempeño fiscal; su variación acumulada en comparación con el período anterior ha aumentado en un 11,9%, representando el 0,9% del PIB. Las principales inversiones públicas se destinan actualmente al sector de infraestructura de transporte, como rutas nacionales, caminos rurales y puentes; al sector eléctrico, como mejoras en el sistema de transmisión y distribución de electricidad; y a la infraestructura de agua potable y saneamiento.
Las reglas fiscales continúan marcando el tono al promover incentivos fiscales para atraer inversiones a través de la famosa regla 10-10-10. Sin embargo, estos escenarios delineados también deben ser consistentes con la deuda pública, que se sitúa en torno al 40,9% del PIB a junio de 2025. El FMI indica que la relación deuda/PIB se encuentra estabilizada dentro del escenario base, considerándola sostenible y con un bajo nivel de riesgo soberano, lo que también es respaldado por la última opinión de crédito de Moody's realizada en junio de 2025, en la que Paraguay cuenta con una calificación de Baa3 con perspectiva estable.
Desde lo observado, Paraguay busca manejar un escenario en el que pueda navegar un equilibrio adecuado con una proyección del PIB al cierre del 4,4%, impulsado por el consumo privado y acompañado por un entorno favorable para las inversiones, tanto en términos fiscales como de estabilidad macroeconómica. Sin embargo, no debemos perder de vista que la economía paraguaya está expuesta a diversos escenarios de vulnerabilidad o shocks externos, lo que requeriría monitorear la trayectoria de las variables fiscales y crediticias en el futuro como indicadores del cumplimiento del gobierno con sus obligaciones crediticias.