Es el camino del momento, la nueva tendencia como diría Andrés Oppenheimer: “Crear o Morir”. Y Rusia está entendiendo que la educación suplementaria es vital para el presente y su futuro desarrollo con la creación de los Quamtoriums o Parques Tecnológicos Infantiles.

La Directora Ejecutiva del Parque Tecnológico Itaipu, Dra. María Teresa Peralta, es una entusiasta impulsora de esta iniciativa en Paraguay. Por ello, encabezó una comitiva, junto a la Directora Administrativa-Financiera, Lic. Nelly Salerno y los Coordinadores CTIC, Lic. José López y Dr. Fabio López del CIE, para adentrarse en este mundo y traer nuevas experiencias a desarrollar en nuestro país.

Con la guía de destacados profesionales universitarios, los escolares de entre 10 y 14 años estudian nanotecnologías, crean robots, drones y aprenden sobre energía, aviación, diseño industrial, ciencia espacial y de la geoinformación (gis).

Hasta el momento, se han abierto dos Quantoriums en Moscú, pero se espera que este número supere los diez el próximo año.

Ya no son sólo proyectos para ingenieros de empresas, sino también para escolares de Moscú. Un quantorium es una plataforma en un parque tecnológico equipado con equipos de alta tecnología. Este currículum ha sido especialmente desarrollado para niños en cooperación con empresas de alta tecnología de la capital rusa. 

La Dra. Peralta y comitiva salieron muy satisfechas con la enriquecedora experiencia tras observar 4 núcleos principales donde trabajan en energías renovables. “Ver a niños de entre 10 y 14 años explorar en energía eólica y solar, trabajar en los laboratorios de biomateriales y nanotecnología para diversos usos es algo asombroso y nos marca el camino a seguir en Paraguay”, dijo la ejecutiva del PTI.

También departieron con chicos que ensamblan drones, que estudian programación, trabajan en realidad virtual, así como el laboratorio de robótica y los programas que desarrollan los infantes desde 10 años. Otro espacio visitado es el de alta tecnología donde desarrollan diseños industriales.

Varios analistas indican que estamos viviendo en la economía global del conocimiento y que, las naciones que más crecen, se sustentan en la producción cada vez más creciente de innovaciones tecnológicas.

El PTI entiende que los países del mundo son cada vez más dependientes de sus sistemas educativos, el desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica. Y el bienestar de los compatriotas está fuertemente ligado a este tipo de experiencias como la observada en Moscú, la capital de Rusia.