Encontrándonos a las puertas de un cambio de gobierno, donde asumirá un nuevo Presidente de la República que durante los próximos 5 años regirá los destinos del país en los diferentes ámbitos, es trascendental comprender la importancia que tiene la tecnología y el sector de las telecomunicaciones como una herramienta fundamental para el desarrollo social, cultural y el crecimiento económico de un país.

La implementación efectiva por parte del nuevo gobierno de una agenda digital deberá ser una de las máximas prioridades para poder encarar una gestión óptima, utilizando a las TICs (Tecnologías de información y comunicación, que son aquellas cuya base se centra en los campos de la informática, la electrónica y las telecomunicaciones) como artilugios fundamentales para las acciones a ser ejecutadas desde el mismo gobierno nacional con la intención de ir desarrollando cada vez más el concepto del e-government (gobierno electrónico), que es la aplicación de las tecnologías al enriquecimiento del funcionamiento del sector público, con el objetivo de incrementar la eficiencia, la transparencia y la participación ciudadana. A través de esta perspectiva innovadora, las acciones del Gobierno Electrónico sitúan las TICs como elemento de apoyo y pone el énfasis en el desarrollo de una gestión perdurable. 

Esto implica alcanzar mayores niveles de eficacia y eficiencia en la tarea gubernamental, mejorando los procesos y procedimientos del gobierno, aumentando la calidad de los servicios públicos, incorporando más y mejor información en los procesos decisorios y facilitando la coordinación entre las diferentes instancias de gobierno. Asimismo, ante una falta de direccionamiento claro de un plan digital a nivel nacional, la adopción de nuevas tecnologías se vería postergada impactando negativamente de esta forma al país, considerando que el uso adecuado de los servicios de telecomunicaciones por parte de la población, genera un impacto positivo en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

Las telecomunicaciones se caracterizan por pertenecer a un sector muy dinámico y que se desarrolla rápidamente, por lo tanto también es imperiosa la constante adecuación y actualización de lo referente al marco legal ya existente, de manera a seguir incentivando las inversiones y el desarrollo de las mismas en el país. Considerando lo expuesto anteriormente, también se debe prestar mucha atención hacia lo que se refiere a las capacidades de las personas para que las mismas puedan adquirir habilidades, promoviendo políticas pública para fomentar e impulsar la alfabetización digital, para brindar mayores posibilidades del uso y acceso amigable a la tecnología con el objetivo que hacer una utilización responsable y segura a estas herramientas. Se debe tener en cuenta que el uso de las TICs no es a solo efecto de mantenernos comunicados o para entretenimiento. Las telecomunicaciones benefician activamente a la sociedad entera, funcionando como una herramienta que abarca transversalmente a todos los sectores y ámbitos que hacen el quehacer cotidiano.

Entendamos pues que fomentar la innovación tecnológica y el desarrollo del sector de las telecomunicaciones hoy en día ya no es considerado un lujo de las economías avanzadas, sino más bien es la explicación del por qué esos países son más prósperos que aquellos en los que les dan mayor preponderancia a otros aspectos sin tener como eje y base fundamental de ejecución de políticas públicas al sector de telecomunicaciones. Debemos comprender como país la necesidad obligada de adaptarnos a estos progresos y perfeccionamientos en cuanto a gestión de gobierno se refiere, considerando que, en los casos de países emergentes, ha sido uno de los componentes esenciales de su desarrollo acelerado.

Ing. José Reinoso

Vicepresidente del Centro de Estudios Regulatorios y de Telecomunicaciones de América Latina.  (CERTAL)