Aceites y grasas vegetales de origen dudoso generan un negocio de más de USD 168 millones al año

Publicado en fecha 06-07-2023

Una nueva estimación de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO) da cuenta de que, de las 7.700 toneladas de aceites y grasas vegetales que se consumen mensualmente en el país, apenas 3.350 toneladas corresponden al promedio mensual de importaciones y ventas de la industria nacional durante el primer cuatrimestre de este 2023; con lo cual, las 4.350 toneladas restantes están siendo cubiertas en un mercado informal por productos de origen dudoso.

Estos volúmenes implican un crecimiento con relación al último relevamiento que había realizado la CAPPRO en agosto del 2022, lo que sumado al incremento de los precios que se ha experimentado en estos meses, arroja una facturación anual estimada de US$ 168 millones por la venta informal de estos productos. De cubrirse un 100% de las necesidades locales de consumo de manera formal, existiría un potencial para recaudar hasta 15,3 millones de dólares más solamente a través del IVA generado por estas ventas, valor que podría ser muchas veces superior si se consideran los demás tributos a pagar y el efecto positivo que podría generar en el resto de la economía la formalización, considerando los puestos de trabajo de calidad que se pueden crear y las industrias o servicios conexos que pueden surgir, principalmente aumentando la participación de la industria nacional.  

Desde CAPPRO aclaran que todos estos datos fueron estimados tomando como base la declaración de las industrias asociadas a la CAPPRO, estadísticas de la Dirección de Aduanas y otras informaciones de mercado disponibles para el periodo enero – abril del 2023. Además, explican que en esta estimación se refieren a productos de “origen dudoso” ya que, además de los productos del extranjero que ingresan al país de manera ilegal, también existe una preocupación en la industria sobre los robos que suelen sufrir las embarcaciones que transportan aceite crudo desgomado de soja hacia el exterior y la posibilidad de que este termine siendo “refinado” en instalaciones clandestinas y sin cumplir con los procesos mínimos para asegurar su inocuidad y que incluso puedan ser reempaquetados en recipientes de marcas ya establecidas en el mercado.

“Llamamos a las autoridades a que sigan con especial atención esta situación, que la lucha contra el contrabando sea frontal y permanente, ya que no pasa solamente por el daño que causa a nuestra economía y el golpe que supone para las empresas formales esta competencia desleal, sino que puede convertirse también en un riesgo para la salud pública el consumo de productos que no cuentan con las garantías necesarias” destacó Sandra Noguera, Gerente General de la CAPPRO.
 
VOLUNTAD
Noguera destacó además que “cuando se cerraron las fronteras por la pandemia el contrabando disminuyó, pero a medida que se relajaron los controles se volvió a sentir el ingreso de los productos de contrabando y el impacto negativo que tiene se siente muy fuerte tanto en las industrias que producen aceites refinados como para los que comercian de manera formal”.