Las perspectivas de crecimiento de la economía mundial para 2021 y 2022 han sido revisadas levemente a la baja en comparación con las proyecciones del IPoM de septiembre. 

En el último trimestre de 2021, en general, la demanda mundial ha mostrado un dinamismo favorable, mientras que, la oferta ha continuado limitada por la prolongación de las disrupciones en las cadenas globales de suministros, con lo cual se mantuvieron latentes las presiones inflacionarias globales. Ello, sumado a los rebrotes de coronavirus ocasionados por la variante Delta en diversas regiones, han influido en la ligera reducción de la estimación de crecimiento del PIB mundial para 2021. 

Además, recientemente se ha descubierto la variante denominada Ómicron que, según ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene un riesgo global de propagación “alto” aunque al parecer tendría menor severidad que otras cepas. 

No obstante, al momento ha generado una mayor incertidumbre para el año 2022, lo cual se ve reflejado en la revisión a la baja de la tasa de crecimiento de la economía mundial.