Francisca Sanabria: "Lo que más me motivó es que quería subirme a la retroexcavadora"

Publicado en fecha 27-06-2018
Con solo 27 años, Francisca Mariela Sanabria (foto, der.) no dudó en inscribirse al curso de operación de maquinarias cuando escuchó el aviso, en una emisora local de Caazapá, donde vive con su madre. "En la radio dijeron que era para hombres y mujeres y que solo teníamos que llevar una fotocopia de nuestra cédula de identidad", recuerda.

Ella es una de las 61 egresadas de las capacitaciones realizadas en el marco del proyecto piloto de inserción laboral de mujeres en oficios no tradicionales, impulsado por la Unidad Ejecutora de Proyectos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (UEP-MOPC). Esta experiencia, inédita en el país, marca un punto de inflexión en el diseño de políticas públicas para la inclusión de mujeres en el campo laboral y convierte al MOPC en la institución pionera en su aplicación.

Si bien no sabía de qué se trataba exactamente, Francisca fue a la comisaría a anotarse, segura de que "en lo que fuera nomás me iba a gustar trabajar". Allí supo que era una capacitación para operar máquinas pesadas. Entonces, su interés fue aún mayor: "Lo que más motivó a participar es que me quería subir a la retroexcavadora. Era la oportunidad de manejar una máquina pesada, que yo siempre quise".

De vuelta a su casa, le comentó la novedad a su madre. "Mi mamá me dijo, medio asustada,`Dios mío, ¿eso piko vos te animás a hacer?; atendé mi hija, porque es una máquina pesada que solo pueden manejar los hombres'. Y yo le contesté que sí lo iba a poder hacer, que no por ser mujer no lo podría hacer".

Segura de su capacidad y agradecida por haber tenido la oportunidad de "subirme a una máquina pesada", esta joven soltera evalúa la capacitación recibida y dice que la pasantía podría ampliarse un poco más, porque "una cosa es practicar con el simulador y otra, muy diferente, es subirse a la máquina. A mí, por lo menos, me gusta mucho".

La inserción laboral de mujeres en oficios no tradicionales forma parte de la estrategia de género aplicada desde la Dirección de Gestión Socio Ambiental (DGSA) del MOPC, en el marco del Programa de Mejoramiento de Caminos Vecinales en la Región Oriental, a cargo de la Gerencia de Proyectos de Caminos Vecinales (GPCV). Cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ONU Mujeres y el Cuerpo de Paz.

Su objetivo es promover la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres y contribuir, al mismo tiempo, a superar las condiciones de precariedad laboral de éstas.

Inicialmente organizados en los departamentos de Caazapá, Caaguazú y San Pedro, los cursos de operación de maquinarias fueron dictados por técnicos del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP), que tuvieron entre sus estudiantes a 61 mujeres y 106 varones, completando 167 capacitados.