Vítor Constancio, vicepresidente del BCE, indicó —al presentar el último informe de estabilidad financiera de la entidad— que hay riesgos importantes para la zona euro por posibles correcciones globales de los precios de los activos por los cambios que se esperan en la política de Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump como presidente electo.

Actualmente, los principales riesgos para la estabilidad de los mercados son de carácter político porque ha aumentado la incertidumbre después de que el Reino Unido decidiera salir de la Unión Europea (UE), Trump ganara las elecciones en EU e Italia convocara un referéndum para votar cambios en su Constitución.

Desde la elección de Trump, han subido los precios de acciones y han caído los de los bonos soberanos, aunque en este último caso se produce un incremento de su rentabilidad.

“Las implicaciones para la estabilidad financiera de la zona euro por los cambios en las políticas económicas en Estados Unidos son muy inciertos en este momento”, dijo el BCE en el último informe de estabilidad financiera.

La zona euro recibirá el impacto a través de diferentes canales como el comercio y contagios de las tasas de interés más elevadas y unas expectativas de inflación más altas en Estados Unidos, según el BCE.

La primera semana tras la elección Trump se produjo un desplazamiento de bonos a acciones: los precios de las acciones subieron, mientras que el valor de los bonos en todo el mundo cayó cerca de un 1 billón de euros, según datos que dio Constancio la semana pasada y que reitera el informe.

“Los mercados europeos también estuvieron afectados, aunque en menor medida que los mercados en Estados Unidos”, según se desprende del informe semestral sobre estabilidad financiera de la zona del euro. La entidad destaca que es todavía incierto si estos movimientos establecerán una tendencia para el futuro.

Pese a la volatilidad en los mercados financieros globales, el BCE menciona en el informe que el sistema financiero de la zona ha mostrado resistencia frente a las turbulencias financieras que se han producido en los últimos meses.

Los indicadores de tensión en los bancos y los gobiernos de la zona euro “han permanecido bastante estables en niveles bajos”, según el BCE.