Ricos de América Latina optan por sacar su dinero de Suiza

Publicado en fecha 08-08-2016
Clientes de alto patrimonio en América Latina podrían optar por retirar el dinero de sus cuentas bancarias en Suiza, ante las presiones de sus respectivos países para cumplir con el pago de sus impuestos, situación que empieza a preocupar a los bancos del país europeo.

Brasil, Argentina y México ven ese tipo de programas de “regularización”, que no se enfocan sólo en activos en bancos suizos, como una vía para capturar ingresos de forma muy necesitada.

Algunos clientes retiran dinero de sus cuentas para pagar impuestos y penalidades, mientras otros que deciden no participar en los programas de amnistía mueven sus cuentas.

En el caso de México, a través del programa de repatriación de capitales se condonaron apenas 38 millones de pesos.

Las retiradas harán más difícil para los administradores de patrimonio suizos hacer crecer su cartera de activos y son un desafío más para los bancos que ya enfrentan tasas de interés bajas y mercados financieros turbulentos.

Se espera que las salidas de capital de clientes de América Latina sean más pequeñas que las salidas de clientes de Europa, que siempre ha sido un mercado más grande para los bancos suizos.

De riqueza offshore, 14% proviene de AL
Sin embargo, América Latina ha estado creciendo para ellos y Boston Consulting Group estima que para el 2020, 14% de la riqueza offshore registrada en Suiza provendrá de la región, comparado con 33% de Europa occidental.

Por su parte, a pesar de la amenaza de las retiradas sudamericanas, los tres mayores bancos privados suizos -UBS, Credit Suisse y Julius Baer- buscan capturar globalmente este año más activos que los que pierden.

Para los bancos, que se recuperan de la retirada de decenas de miles de millones de dólares de clientes europeos y estadounidenses por medidas contra la evasión fiscal tras la crisis financiera, las nuevas salidas llegarían en momentos en que el país encara un debilitamiento del secreto bancario.

El secreto bancario en Suiza ayudó por décadas a los clientes más ricos del mundo a mantener el efectivo resguardado de los recaudadores. El panorama cambió en los últimos años cuando agencias estadounidenses y europeas les ofrecieron la posibilidad de declarar cuentas offshore, abonar penalidades y ajustar sus impuestos.

Ahora los gobiernos en algunos países emergentes sobre los cuales los bancos suizos están depositando sus esperanzas de crecimiento también están persiguiendo a los deudores.