S&P arrebata la “AAA” a Reino Unido

Publicado en fecha 28-06-2016
Standard & Poor’s retiró la máxima calificación de inversión “AAA” al Reino Unido, ante la dificultad que enfrentará el emisor para fondear sus requerimientos financieros tras su salida de la Unión Europea.

S&P era la única agencia, entre las tres más grandes del planeta, que había dejado al Reino Unido con la máxima nota crediticia. Tras el recorte, la dejó en “AA” e impuso una perspectiva Negativa, que implica que en un lapso de 12 a 18 meses podría sufrir una degradación adicional.

Por su parte, Fitch Ratings recortó en un nivel la nota de “AA+” hasta “AA” e impuso también una perspectiva Negativa.

En la escala de S&P, la capacidad de pago del Reino Unido bajó de “AAA”, la más alta, a una de menor fortaleza crediticia, la “AA”, lo que significa que perdió dos escalones de solidez financiera.

La agencia S&P matiza que esta perspectiva también está indicando que existe un riesgo constitucional de que se fragmente a la economía inglesa, como resultado del referéndum donde el pueblo decidió dejar la Unión Europea; Escocia e Irlanda del Norte votaron por su permanencia.

El Reino Unido es un conglomerado de cuatro países: Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales.

Punto de quiebre
Según el comunicado de S&P, la degradación de la nota soberana del Reino Unido refleja que hay riesgos de marcado deterioro en las condiciones de financiamiento externo, la hacienda inglesa tiene “niveles de financiamiento externo extremadamente elevados”.

Además, la firma considera que el panorama negativo refleja los riesgos económicos, fiscales y de las cuentas externas, así como la depreciación de la libra esterlina, que es una de las principales monedas de reserva.

Tras esta degradación, el país queda con una posibilidad de pago similar a la de emisores soberanos, como Israel, China, Japón, Qatar y Kuwait. Todos, emisores con calificación “AA” en la agencia.

Analistas de la calificadora sostendrán esta madrugada una conferencia telefónica con inversionistas, para explicar la situación financiera del emisor.

Una década para recuperarla
Moody’s Investor Service fue la primera calificadora que retiró la “Aaa” al Reino Unido, en diciembre del 2013, una decisión con la que perdió su distinción como el emisor decano de la máxima nota crediticia, ostentada desde 1978.

En aquel momento, Moody’s refirió que el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento, la dificultad que había mostrado el gobierno inglés para alcanzar una consolidación fiscal y la elevada deuda pública son características que ya no corresponden al grupo de emisores “Aaa”.

De acuerdo con la experiencia internacional, pueden pasar nueve años antes de que el Reino Unido recupere la máxima distinción crediticia en la firma.

Así ha sucedido a emisores como Australia, Canadá, Suecia y Finlandia, quienes en el pasado han sufrido esta degradación por parte de Standard & Poor’s.

Según un análisis de la agencia, la puesta en marcha de planes de apuntalamiento económico y reformas fiscales les tomó aproximadamente una década a estos emisores para garantizar las condiciones que les hicieron de nuevo emisores de bajo o nulo riesgo de caer en insolvencia.