Fondo Monetario sugiere a la región cautela en las políticas económicas

Publicado en fecha 25-01-2016
El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó su informe de situación sobre América Latina, donde resaltó que el comienzo de 2016 ha sido difícil, como lo demuestran los recientes estallidos de volatilidad financiera, consecuencia de la incertidumbre acerca de la desaceleración económica en China, la caída de los precios de las materias primas y las divergentes políticas monetarias aplicadas por las economías avanzadas.

La recesión de la región en su conjunto oculta el hecho de que la mayoría de los países continúan creciendo, en forma moderada, pero indudable, entre los que se encuentra Paraguay.

El ente internacional considera que en un contexto mundial que, según se proyecta, seguirá débil, creciendo a paso lento durante un período prolongado. “El año 2016 será un momento para que las autoridades de la región actúen con cautela: es necesario permitir que el ajuste continúe y preservar los márgenes de maniobra de política económica. Las perspectivas regionales solo comenzarán a lucir más prometedoras cuando los desafíos internos que sufren las economías que actualmente se están contrayendo se hayan resuelto”, señala el documento elaborado y presentado por Alejandro Werner, economista jefe para América Latina del FMI.

“La situación específica de cada país la determina la interacción entre los shocks externos y los fundamentos internos de la economía. Mientras que los países con sólidos marcos de política económica han venido ajustándose a los shocks externos en forma suave, aquellos cuyos fundamentos internos son más débiles están experimentando una caída significativa”, apuntó Werner.

En general, para el mediano plazo se prevé que el crecimiento se mantenga débil, lo cual subraya la importancia de resolver los retos internos.

En el caso de Brasil, el organismo multilateral, mencionó que se ha dado una combinación de fragilidades macroeconómicas resultantes del lento ajuste interno, el escándalo de amplias proporciones que involucra a funcionarios del gobierno y empresarios, y problemas políticos, ha paralizado la inversión y domina las perspectivas económicas. 

“La disfuncionalidad del sistema político sigue demorando la adopción de una estrategia fiscal creíble para colocar la deuda pública en un sendero sostenible, situación que indujo rebajas en las calificaciones crediticias y un aumento de los costos de financiamiento”, explicó Werner.

En el caso de Argentina, apuntó que el nuevo gobierno ha iniciado una importante transición para corregir desequilibrios macroeconómicos y distorsiones microeconómicas. Se han tomado medidas significativas para avanzar en esa transición mediante el levantamiento de restricciones al mercado cambiario, la eliminación de varias restricciones al comercio internacional, y el anuncio de las principales directrices del marco macroeconómico y la supresión parcial de los subsidios a la energía. Este nuevo enfoque ha mejorado las perspectivas de crecimiento para el mediano plazo, pero es probable que el ajuste genere una leve recesión en 2016.