La investigación de mejoramiento genético para el agro en Argentina desarrolla la soja tolerante a la sequía, mientras en Brasil avanzan con una alternativa más tropicalizada a ambientes de extremo calor. La empresa argentina GDM, que trabaja en el mejoramiento genético de la soja, obtuvo la aprobación de la Comisión Nacional Técnica de Bioseguridad (CNTBio) para su primera soja tolerante a la sequía obtenida mediante edición genética.

En los mercados argentino y brasileño existe otra tecnología, que confiere esta característica a la oleaginosa, el gen HB4, desarrollado por BioCeres de Argentina, empresa con la cual el Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) de Paraguay tiene un convenio para la incorporación de la misma tecnología en las variedades de soja desarrolladas en el país.

Paralelamente, en Brasil vienen avanzando con otra tecnología de tolerancia a sequía, pero, además, también a los ambientes de extremo calor y secos. Este desarrollo lo impulsa la empresa brasileña Tropical Genetic Improvement (TMG) y la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa).

La diferencia entre los dos procesos es que la edición genética «acelera» mutaciones que ya ocurrirían en la planta de Ciencia y tecnología forma natural, mientras que en el organismo genéticamente modificado (OGM o transgénico), el cambio depende de la ingeniería genética, a través de la cual ocurre la inserción de un gen de otro organismo donante a una determinada planta (en el caso del HB4 se transfirió un gen del girasol a la soja).

En el caso de la soja tolerante a sequía de la empresa argentina GDM, el material ya fue aprobado por la CNTBio y la empresa tiene previsto comercializar la variedad en Brasil durante la zafra 2027/28. Ese plazo para su comercialización se debe a que la soja editada genéticamente que se desarrolló para climas templados deberá adaptarse a los climas tropicales de Brasil.

En estudios que comenzaron a fines de 2018, los investigadores aislaron un gen en la planta responsable de detectar la escasez de agua. Este gen influye en la respuesta de crecimiento de la planta en ambientes secos. Como se desarrolló a partir de material de clima templado, es probable que se lance antes en Estados Unidos y Argentina para la zafra 2025/26, mientras que en Brasil demorará un poco más por la necesidad de adaptarse al clima tropical.

Cuando este gen funciona a pleno rendimiento, acaba influyendo en la respuesta de crecimiento de la planta en ambientes secos. “Anulamos ese gen para que deje de influir en los demás, haciendo que la planta crezca normalmente”,

indicaron los investigadores.

Uno de ellos destacó que la nueva planta es tolerante al estrés causado debido al régimen hidrológico, pero difiere de las plantas resistentes a ambientes secos, como el cactus. Esto significa que la nueva variedad editada será más productiva que la convencional en este tipo de ambiente.

El Instituto de Biotecnología Agrícola viene trabajando en su Programa de Investigación de Soja con materiales HB4 tolerantes a sequía, donde ya cuenta con líneas avanzadas de los materiales con el gen, y las mismas se encuentran en un proceso de selección: principalmente se está probando su productividad.

Fuente: INBIO