La actividad del sector de los servicios en Estados Unidos se recuperó inesperadamente en noviembre, ofreciendo más pruebas del impulso subyacente de la economía mientras se prepara para lo que puede ser una recesión el próximo año.

El ISM dijo que su Índice de Gestores de Compras (PMI) no manufacturero aumentó a 56,5 puntos el mes pasado desde 54,4 de octubre, que fue la lectura más baja desde mayo del 2020.

El flujo de datos económicos sólidos aviva el optimismo de que la tan temida desaceleración económica del 2023 sea breve y suave. Algunos economistas apuestan a que podría evitarse una recesión, limitándose a una fuerte desaceleración del crecimiento.

“Esto es coherente con los recientes datos de consumo al apuntar a un crecimiento decente de la actividad en el cuarto trimestre (...) Pero sospechamos que esa resistencia se desvanecerá el año que viene, a medida que las tasas de interés más altas empiecen a pasar factura”, dijo Andrew Hunter, economista en Capital Economics.

La actividad empresarial de la zona euro se redujo en noviembre por quinto mes consecutivo, lo que sugiere que la economía entró ya en una leve recesión, debido a que los consumidores recortan el gasto en medio de la creciente inflación.

El PMI de S&P Global para la zona euro, incrementó a 47,8 puntos desde el mínimo de 23 meses registrado en octubre con 47,3, igualando una estimación preliminar.