Este desempeño incorpora la expectativa de una contracción económica de Estados Unidos, de 0,1% que contrastará con 2% que esperan alcanzará este 2022.

En su actualización de previsiones mundiales, la mayor asociación de instituciones financieras de operación internacional destacó que este desempeño dejará a la economía más débil de lo que se percibió en el 2009, durante la crisis financiera global.

Según sus previsiones esta debilidad resulta del remanente que dejó la pandemia y la heterogénea recuperación de los países. Agregan la inflación, el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, alzas de tasas y la incertidumbre por la guerra de Rusia en Ucrania como factores que alimentan el debilitamiento económico global.

Destacaron la situación para América Latina que se salva por el efecto positivo de precios más altos de materias primas.

En el análisis, titulado “Recesión mundial en 2023”, anticipan una contracción de 2% del PIB en la zona euro, un avance de 1% en el PIB de Estados Unidos y un crecimiento de 1,5% en Japón.

“Nos hemos mantenido sustancialmente debajo del consenso que espera una recesión en Estados Unidos. Pronosticamos un crecimiento de 1,5% que es débil, pero no recesivo”.

El punto positivo para los economistas del IIF, es la resistencia que seguirán mostrando las economías de América Latina. Desde su perspectiva, los exportadores de materias primas se están beneficiando de los precios de alimentos y energía, lo que favorecerá a un avance de 1,2% en el PIB. Este registro se experimentará tras un crecimiento de 3,7% que proyectan se alcanzará en el 2022.

Para lograr este desempeño estiman una aportación de 1,8% en el PIB de Brasil, que también incorpora una desaceleración desde 2,9% que calculan conseguirá crecer este año.

Anticipan para México que podrá librar el entorno recesivo de su principal socio comercial, Estados Unidos, de manera que proyectan que el PIB mexicano conseguirá un avance de 0,9 por ciento en el 2023. Este desempeño contrasta con 2,7% previsto para este año.

El IIF fue de los primeros organismos en advertir que la persistencia de la invasión de Rusia sobre Ucrania tendría importantes consecuencias económicas en la actividad mundial y en los precios.

“La incertidumbre en torno a estas perspectivas es alta y depende principalmente de la dirección de la guerra en Ucrania”.