Los mismos son de gama económica y están elaborados artesanalmente con cuidado del medio ambiente y con innovación por medio de la reutilización creativa de textiles y envases usados.

Es la primera vez en Paraguay que un emprendimiento que se gestó y nació en una cárcel cuenta con un canal de venta creativo e innovador y legal, pues los pedidos de los productos se realizan a través de una plataforma digital con servicio de delivery y factura legal https://mepy.principalwebsite.com

La iniciativa cuenta con el apoyo del Ministerio de Justicia, la Conacyt, la Universidad Católica (sede Itapua), la Coordinadora de Abogados del Paraguay; y Kuña Pepo S.A. primera empresa social dedicada a la elaboración y comercialización de productos elaborados por mano de obra penitenciaria. El acto de presentación fue encabezado por el Viceministro de Política Criminal Daniel Benítez Romero, quién estuvo acompañado por representantes de las instituciones que colaboran con la iniciativa.

El Viceministro Benítez resaltó el trabajo de las mujeres privadas de libertad que participan del emprendimiento, por elegir emprender un negocio estando en prisión, y así, el día de mañana, poder salir en libertad con una opción laboral que les pueda redituar beneficios económicos.

“Emprender no es fácil y menos en contexto de encierro, pero acá estamos con ganas de salir adelante por nosotras y nuestras familias. Esto nos enseña que querer es poder sin importar las circunstancias”, dijo una mujer privada de libertad durante el lanzamiento.

“Seguimos creyendo que se puede construir un Paraguay más justo, solidario e inclusivo, donde nadie quede fuera y seguimos trabajando para la libertad” manifestó la directora de Reinserción Social del Ministerio de Justicia, abogada Vanessa Napout.

“Mujeres de Esperanza PY” nació como emprendimiento en el año 2018, en el Centro de Educación Media para Jóvenes y Adultas N° 138 del Buen Pastor. Ganó en el 2018 el Premio Nacional de Emprendurismo y en el 2019 el Premio Internacional "Teach a Man to Fish". Los años 2020 y 2021 fueron años difíciles de COVID 19 y bajas ventas. El 2022 trajo nuevas esperanzas con un proyecto social que capacitó a las mujeres para innovar en productos, conectando a las integrantes con una empresa social para poder emitir facturas por venta y proporcionó una página web desde para poder vender nuestros productos.