La inflación en Estados Unidos se situó el pasado mes de agosto en el 8,3%, lo que supone un descenso de dos décimas con respecto al mes de julio, encadenando así dos meses de moderación, según se desprende de los datos difundidos este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo del país.

El mes pasado la inflación subió 0,1% desde julio contra 0,0% entre julio y junio, según el Índice de Precios al Consumo (CPI) publicado este martes por el Departamento de Trabajo. Los analistas esperaban una caída del -0,1 por ciento.

Los precios suben desde hace un año y medio en Estados Unidos, y golpean el bolsillo de las familias.

Luego de alcanzar en junio su nivel más alto en más de 40 años, 9,1%, la inflación se moderó en julio para ubicarse en 8,5% en 12 meses. En la medición mes a mes, los precios incluso permanecieron estables entre junio y julio.

La inflación de la energía se moderó hasta el 23,8% en el octavo mes del año, lo que supone cerca de nueve puntos porcentuales menos que el encarecimiento registrado en el mes de julio.

Los precios de la gasolina en Estados Unidos han descendido desde un máximo histórico de más de 5 dólares por galón en junio, según datos de la AAA. Este martes, la media era de 3,707 dólares por galón.

En cambio, los alimentos mantuvieron su ritmo constante de crecimiento de precios, con una inflación del 11,4%, cinco décimas más que en el mes anterior. Los precios de los alimentos acumulan una inflación creciente mes a mes desde junio de 2021.

De esta forma, la inflación subyacente de Estados Unidos, que es el resultado de excluir del cálculo los precios de los alimentos y la energía, se situó en agosto en el 6,3%, cuatro décimas más.

Desde marzo, la Reserva Federal ha acometido una de las subidas más aceleradas de los tipos de interés desde hace décadas. En apenas cuatro meses (entre marzo y julio), ha subido el precio del dinero en 2,25 puntos porcentuales, hasta su mayor nivel desde diciembre de 2018.