Las principales economías de Europa han anunciado planes de ayuda económica para solventar la alta inflación que viven los ciudadanos, provocada por los altos precios de la energía.

Una de estas economías es Alemania, cuyo jefe de gobierno, Olaf Scholz, anunció un paquete de ayuda por 65.000 millones de euros. Scholz, quien lidera una coalición formada con ecologistas y liberales, negoció con los principales cargos de su gobierno hasta la noche del sábado para finalizar el esperado plan.

Entre las medidas presentadas están un bono energético único de 300 euros para millones de jubilados y de 200 euros para estudiantes. Pero en el documento con las nuevas medidas anunciadas, el gobierno también apunta a los beneficios excepcionales obtenidos por algunos operadores eléctricos.

“Hay productores que sencillamente se aprovechan de los elevados precios del gas, que luego determinan el precio de la electricidad”, comentó Scholz.

Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Alemania ha dado dos paquetes de ayuda para los hogares de 30.000 millones de euros.

En junio, el ex ministro de Finanzas de Reino Unido, Rishi Sunak, anunció un paquete de ayuda por 19.000 millones de dólares.

De acuerdo con él, uno de cada ocho hogares vulnerables del país recibirá 1.044 libras, incluyendo una ayuda única por el costo de la vida de 713 libras, además de un aumento de los subsidios de 435 libras y el descuento duplicado en las facturas de energía hasta octubre.

Además, desde junio se aplica un impuesto temporal de 25% sobre las ganancias de las empresas de petróleo y gas.

A principios de julio, Francia presentó su propio plan por 20.000 millones de euros que incluye una revalorización anticipada en 4% de las jubilaciones entre otras prestaciones sociales, además de un cheque para alimentación de 100 euros, añadiendo 50 euros por cada hijo.

Asimismo, Francia prolongó hasta este mes el descuento de 18 céntimos en gasolineras, el cual se reducirá de forma paulatina hasta diciembre y a partir de octubre se otorgará una indemnización de 100 a 300 euros para los trabajadores que utilicen carro.

El G7 aprueba tope a precios del crudo ruso

Los países del G7 decidieron aplicar un tope a los precios del petróleo ruso y llamaron a una amplia coalición de naciones para adoptar esta compleja medida.

La decisión, que pretende ser un nuevo golpe al maná energético de Moscú, fue adoptada durante una cumbre virtual de ministros de Finanzas de los siete países de las economías más avanzadas (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Italia, Francia y Japón).

“Hoy, el G7 ha superado una etapa esencial para realizar nuestro doble objetivo: ejercer una presión a la baja en los precios mundiales de la energía, privando a Vladimir Putin (presidente de Rusia) de ingresos para financiar su brutal guerra en Ucrania”, celebró la secretaria estadounidense del Tesoro, Janet Yellen.

Pero la aplicación del mecanismo de tope a los precios del crudo ruso luce compleja.

“El límite de precios se fijará en un nivel basado en una serie de datos técnicos y será decidido por toda la coalición antes de su aplicación”, escribieron los países del G7.

“Los precios decididos se comunicarán más adelante públicamente de forma clara y transparente”, agregó.

En concreto, Rusia vendería su crudo a un precio inferior al actual del mercado, pero superior al de la producción, de modo que tendría interés en seguir vendiéndolo sin cortar los suministros.

“El tope de precios está específicamente diseñado para reducir los ingresos de Rusia y su capacidad de financiar su guerra de agresión, al tiempo que limita el impacto de la guerra de Rusia en el mundo, en particular en los países de bajos ingresos”, sostuvo el G7 en su comunicado.

El G7 invitó a todos los países a dar su opinión sobre el tope a los precios y a implementar esta “importante medida” para crear una gran coalición para maximizar su efecto.