El Banco Itaú dio a conocer so informe de proyecciones para la economía, en el que prevé un incremento del producto interno bruto (PIB) de -1,0% para el cierre de este 2022. Espera que la actividad se recupere a lo largo del segundo semestre a medida que disminuya el efecto negativo de la sequía que tuvo lugar en el primer trimestre del 2022.

Asimismo, se basa en que la producción se normalice después de verse afectada por las fuertes lluvias en abril y mayo. Para 2023, pronostica un crecimiento del PIB del 5,0%, suponiendo que se da una normalización de la producción agrícola tras la grave sequía de 2022.

“Esperemos que la inflación de este año termine en un 8,8%, presionada por el precio de las materias primas. Y, para 2023, se desacelere a 4,7%, ayudada por un menor precio de materias primas en medio de una postura de política monetaria más estricta”, señala también el documento difundido por Itaú.

En el mismo eleva su pronóstico de tasa de política monetaria a 8,25%, desde 7,75% del escenario anterior. Para 2023 espera una tasa de política monetaria de 7,25% (desde 6,75% previamente). Igualmente estima un tipo de cambio con un dólar a 7.000 guaraníes para el cierre del 2022.

El estudio espera que el guaraní se deprecie respecto a los niveles actuales, impulsado por condiciones financieras externas más estrictas. Para 2023, pronostica un tipo de cambio de 7.122 guaraníes, es decir estable en términos reales.

Pronostica también un déficit fiscal de 3,8% del PIB para el 2022, por encima del Ministerio de Hacienda de 3,0% del PIB. Mientras el ambiente de alta inflación podría mejorar el déficit fiscal estimado, el costo fiscal aún desconocido del reciente paquete fiscal anunciado por el gobierno llevó a mantener nuestra proyección sin cambios por el momento.