Preocupa al PNUD la falta de alimentos y alza de precios

Publicado en fecha 26-05-2022

El responsable del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Achim Steiner, advirtió en Davos de las múltiples crisis que sacuden el planeta, desde el hambre provocado por el alza de los precios hasta los graves problemas de liquidez en algunos países tras la pandemia.

En una entrevista para la agencia AFP, Steiner dijo que más de 200 millones de personas en el mundo están en situación de hambre aguda, en particular por el aumento de los precios de los alimentos, consecuencia en parte de la guerra en Ucrania.

Consecuencias de la guerra para la seguridad alimentaria
El hecho de que Ucrania y Rusia ya no vendan granos, como lo hacían normalmente, en el mercado mundial se ha traducido en un alza inmediata de los precios y en una interrupción de las cadenas de suministro.

Hay que recordar que hay países que dependen de Ucrania para 30, 40 o 50% de su suministro de trigo, como es el caso de varios países africanos y árabes que se ven afectados inmediatamente.

En segundo lugar, cientos de millones de personas ya no pueden comprar los alimentos básicos que necesitan para sobrevivir, porque el impacto en los precios mundiales significa que ya no pueden permitirse la comida del día siguiente, dijo Steiner.

El número de personas que se enfrentarían a futuras amenazas está también aumentando debido a la sequía en la región conocida como el Cuerno de África.

Si pudiéramos encontrar un acuerdo político sobre cómo liberar las reservas que están actualmente en los silos de Ucrania, tendríamos un alivio inmediato.

La crisis fiscal por altos precios
Los precios de los alimentos también generan una crisis fiscal. La capacidad de los gobiernos para comprar alimentos más caros en los mercados mundiales se vio gravemente comprometida como consecuencia de la pandemia.

Calculamos que 80 países se enfrentan potencialmente a problemas de deuda este año. Y esto es, obviamente, algo que puede traducirse rápidamente en una ruptura política. Cuando la gente ya no es capaz de alimentarse y los gobiernos ya no son capaces de proporcionar alimentos, la política se traslada a las calles.

Creo que lo vemos en Sri Lanka y podríamos verlo en América Latina, así como en África, en los países que más se enfrenten al extraordinario aumento del precio de importaciones de alimentos y energía.

Para alrededor de 60 o 70 países, las tres crisis (alimentaria, energética y financiera) se producen al mismo tiempo. Y este es un grupo de países que, obviamente, nos preocupa mucho.

Así que ahora tenemos una deuda acumulada por la pandemia. Con el alza de los costos de los alimentos, del combustible y del financiamiento, la situación es cada vez peor.