El Banco Central de la Federación Rusa incrementó su tasa en 1,050 puntos base en un sólo movimiento para dejarla en 20 por ciento.

El Directorio Ejecutivo del banco central tomó la decisión de llevar la tasa a un nivel no visto en los últimos 22 años, en una reunión no programada tras el desplome del rublo y la serie de sanciones que recibió Rusia por la invasión a Ucrania.

En una conferencia de prensa que otorgó la gobernadora del banco central, Elvira Nabiullina, explicó que el objetivo del histórico incremento es compensar a los ciudadanos por el aumento de los riesgos inflacionarios.

Lo anterior porque una devaluación del rublo afectará al poder adquisitivo de los rusos. Los productos importados se encarecen porque la divisa local es más débil respecto al euro o el dólar.

Advirtió que hacia adelante, el banco central será muy flexible en los pasos a seguir conforme evolucione el contexto económico y financiero.

Adicionalmente, junto con el Ministerio de Finanzas, solicitaron a las empresas exportadoras la venta de 80% de sus ingresos en divisas extranjeras en el mercado local.

Esta medida busca que sean ellos, los grandes corporativos, quienes otorguen liquidez al mercado en momentos donde el banco central está limitado de recursos para intervenir con sus propios medios, debido a la sanción que le impusieron los países que administran sus reservas internacionales.

El equipo de investigación económica del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés) detalló en un reporte especial que las sanciones aplicadas de forma inmediata tienen el objetivo de provocar corridas bancarias y obligar al banco central de Rusia a seguir aumentando las tasas y utilizar sus reservas de divisas.

Los expertos del IIF consideran que otra alternativa que utilizará la autoridad monetaria para tratar de ordenar al mercado será la aplicación de controles de capital estrictos y posiblemente declarar feriados bancarios a medida que aceleren las corridas bancarias y siga aumentando la demanda de divisas.

Al interior del documento, titulado “Sanciones a Rusia: orillándole a la ladera”, los expertos del IIF explicaron que la economía de aquel país sufrirá una contracción al endurecerse las condiciones financieras domésticas.

Información del IIF muestra que las reservas internacionales de la institución monetaria son de 643.000 millones de dólares. Desde el 2014, cuando Rusia invadió  a Crimea, y ante las sanciones a las que se hizo acreedor, redujo la proporción de activos en dólares.

Ahora, según las cuentas del IIF, sólo 16% de los activos internacionales se encuentra en dólares; 13% está en yuan chino; 20% en oro y el resto en divisas de los países del G-7.

En el mismo documento del IIF, exponen que es altamente probable que las sanciones aplicadas a Rusia para el uso del sistema de pagos Swift, les orillará a buscar alternativas, donde cabe el Rublo Digital.

Rusia es uno de los más de 100 países que han reconocido en la encuesta de monedas digitales al Banco de Pagos Internacionales que está experimentando oficialmente con el manejo de la moneda digital.

Según el IIF, el banco central de Rusia informó unos días antes de la invasión que iniciaría el desarrollo de estrategias sobre el impacto que tendrá en la política monetaria, la estabilidad financiera y la infraestructura financiera con el Rublo Digital.

También informó que se han realizado transferencias digitales entre tres de las 12 instituciones financieras que participaron en el programa piloto del rublo digital.