Los bonos referenciales a 10 años del Tesoro estadounidense se encaminaban el viernes a cerrar el año con el mayor aumento de su rendimiento desde 2013, ya que los inversores se preparan para la probabilidad de que la Reserva Federal suba los tasas de interés tan pronto como en mayo.

El banco central de Estados Unidos está bajo presión para subir las tasas con el fin de frenar una aceleración de la inflación que está demostrando ser más obstinada de lo que esperado, y mientras la economía se recupera de los cierres relacionados con el Covid-19.

Los operadores de futuros de fondos de la Fed prevén una subida de tasas para mayo y casi tres para fines de 2022.

El retorno de las notas a 10 años ha subido 59 puntos básicos en el año, situándose en la senda de su mayor alza desde 2013, cuando avanzó 127 puntos básicos.

El rendimiento de las notas a dos años, que son muy sensibles a los movimientos de las tasas, han ganado 60 puntos básicos en el año, rumbo a su mayor subida desde 2018.

La curva de rendimiento entre las notas a dos y 10 años operaba en 78 puntos básicos. La curva está solo algo más plana que donde terminó el año pasado, en 79 puntos básicos.

El mayor impulsor de este año han sido los papeles a cinco años, que han trepado 90 puntos básicos, su mayor mejora desde 2013.

La Fed publicará la semana que viene las minutas de su reunión del 14 y 15 de diciembre, que serán evaluadas en busca de nuevos indicios de que la entidad podría actuar antes para frenar las presiones al alza de los precios.