El canciller Santiago Cafiero confirmó esta semana que el Gobierno "tiene un compromiso desde hace tiempo de avanzar" en el proyecto de infraestructura por el cual China dispone de cuantiosos fondos para garantizar infraestructura y tecnología en países que considera socios confiables para proveerle a largo plazo los alimentos y la energía que su economía necesita.

Según precisó el ministro de Relaciones Exteriores, Argentina está "haciendo los estudios necesarios para adaptar este acuerdo a las necesidades y la estructura que tiene Argentina", y asimismo ver qué nuevas posibilidades de financiamiento se ofrecen y cómo se complementan con 16 proyectos priorizados que cuentan con crédito blando.

"Argentina cumple este año medio siglo desde el establecimiento de relaciones diplomáticas con China, y queremos reforzar este vínculo", aseguró el jefe del servicio exterior en un encuentro con periodistas organizado por el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI).

En enero de 2021, el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, le comunicó a Alberto Fernández, a través de un intercambio de cartas, que su país estaba dispuesto a encarar "una asociación más estrecha y dispuesto a fondear iniciativas de beneficio mutuo", y se mostró favorable a "trabajar con Argentina para promover la cooperación de alta calidad".

Demorado por la pandemia, Fernández podría rubricar la incorporación argentina a la Iniciativa de la Franja y la Ruta en caso de responder afirmativamente a la invitación que se le hiciera para participar en persona de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en Beijing en febrero próximo, y que han sido objeto de polémica ante la decisión estadounidense de no enviar autoridades gubernamentales al certamen, como forma de protesta ante la supuesta violación de derechos humanos en la región musulmana de Xinjiang.

Argentina ratificó su "fuerte respaldo" a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en la ciudad de Beijing y alrededores en febrero próximo, luego de que Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia anunciaron un boicot al evento, que China calificó como una "farsa".

Lo particular del boicot diplomático anglosajón es que consiste en que no enviarán a representantes oficiales, pero sus atletas sí competirán en los Juegos.