Científicos apuntan a sustentabilidad de alimentos ante avance del calentamiento global

Publicado en fecha 21-04-2021
Investigadores de la Universidad de California en Riverside UCR, Estados Unidos se encuentran trabajando para que mediante la ingeniería genética se pueda disminuir los efectos del calentamiento global, ante las predicciones de que para para 2050 se podría reducir el rendimiento de los cultivos en un tercio por la floración temprana de las plantas al sentir el calor excesivo, y en ese proceso han encontrado el gen que podría ayudar a adaptar los cultivos a este problema y ayudar a la sustentabilidad de la producción de alimentos.

Según dieron a conocer en la revista Nature Communications, las temperaturas más cálidas indican a las plantas que se acerca el verano, por lo que anticipan que habrá menos agua y florecen temprano, pero luego carecen de energía para producir más semillas, por lo que los rendimientos de los cultivos son menores. El grupo de investigadores señalaron que esto es problemático ya que se espera que la población mundial aumente a 10 mil millones al año 2050, con mucho menos alimento disponible.

«Necesitamos plantas que puedan soportar temperaturas más cálidas, que tengan más tiempo para florecer y un período de crecimiento más largo. Pero, para poder modificar las respuestas de temperatura de las plantas, primero hay que entender cómo funcionan. Por eso es tan importante la identificación de este gen que permite la respuesta al calor», dijo el profesor de Botánica y Ciencias Vegetales de la UCR, Meng Chen.

Chen y sus colegas encontraron el segundo gen involucrado en la detección de temperatura. Ya habían localizado el primer gen, llamado HEMERA, hace dos años. Luego hicieron un experimento para ver si podían identificar otros genes involucrados en el control del proceso de detección de temperatura. El objetivo es poder modificar la respuesta a la temperatura de los cultivos para garantizar el futuro de nuestro suministro de alimentos.

Por lo general, las plantas reaccionan a cambios de incluso unos pocos grados en el clima. Para este experimento, el equipo de investigadores comenzó con una planta de Arabidopsis mutada, completamente insensible a la temperatura, y la modificaron para volver a ser reactiva una vez más.

El examen de los genes de esta planta mutada dos veces reveló el nuevo gen, el RCB, cuyos productos trabajan en estrecha colaboración con HEMERA para estabilizar la función de detección de calor y con el trabajo lograron anular cualquiera de los genes para que la planta no sea sensible a la temperatura.

“Se requiere que tanto HEMERA como RCB regulen la abundancia de un grupo de reguladores genéticos maestros que cumplen múltiples funciones, reaccionan a la temperatura y a la luz, haciendo que las plantas se vuelvan verdes. Estas proteínas se distribuyen a dos partes diferentes de las células vegetales, el núcleo y los orgánulos llamados cloroplastos”, detalló Chen.

Además, adelantó que su laboratorio se centrará en comprender cómo estas dos partes de la célula se comunican y trabajan juntas para lograr el crecimiento, el enverdecimiento, la floración y otras funciones. “Creemos que HEMERA y RCB están involucrados en la coordinación de la expresión génica entre estos dos compartimentos celulares”, dijo Chen.

Destacó que están emocionados de encontrar este segundo gen ya que es una nueva pieza del rompecabezas que permitirá llegar al objetivo. Asegura que una vez que logren entender cómo funciona todo, podrán modificarlo y ayudar a los cultivos a afrontar mejor el cambio climático.