Deuda de EE.UU llega al 98% del PIB en 2020 y 102% en 2021

Publicado en fecha 05-01-2021
Para frenar el avance del Covid-19, Estados Unidos (EU) inició una serie de restricciones que limitaron la actividad económica, lo que desembocó en una de las crisis más grandes que ha vivido ese país y el mundo. Para marzo del 2020, el cese de actividades provocó que las estimaciones del Producto Interno Bruto (PIB) no fueran positivas, encendiendo alarmas.

En marzo, se aprobó un paquete de estímulos por 2,2 billones de dólares, siendo el más grande de la historia del país. La ley aprobada contó con la entrega de cheques hasta por 1.200 dólares a las familias estadounidenses. Se destinaron 500.000 millones en préstamos para pequeñas y medianas empresas, se extendieron los beneficios de ayuda por desempleo, se otorgaron cheques de 600 dólares a los desempleados y se destinaron cerca de 400.000 millones de dólares dirigidos al sector salud, entre otras medidas.

Mientras la cifra de contagios, fallecidos, desempleados y pérdidas económicas seguía creciendo, el Senado, controlado por el partido republicano, aprobó un nuevo paquete de estímulos por 500.000 millones de dólares. Días después la Cámara de Representantes, controlada por el partido demócrata, también dio el visto bueno al paquete y, tras ser firmado por Trump, a finales de abril fue publicada la nueva ley de ayudas económicas.

A mediados de mayo, la Cámara de Representantes aprobó un plan por 3,3 billones de dólares. Con ello, aumentó la ayuda destinada a las familias estadounidenses. Las familias ya no recibirían cheques por 1.200 dólares sino de 6.000, y se destinaría 1 billón de dólares a los gobiernos estatales y locales.

Por su parte, el Senado y el presidente Donald Trump desecharon el proyecto de ley y acusaron al partido demócrata de querer destinar el dinero a los gobiernos (estatales) mal administrados.

Reactivación
Para el segundo semestre del 2020, los contagios disminuyeron y se reactivó, poco a poco, la economía, con lo que se registró un ligero repunte del PIB, tras la contracción de 31,7% del segundo trimestre.

Asimismo, algunos programas de estímulos concluyeron, como los cheques a las familias y para los desempleados, así como otros programas de alivio para las aerolíneas estadounidenses. A su vez, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, declaró que no era necesario un nuevo paquete de estímulos para sanar a la economía estadounidense.

Tras el reinicio de actividades, una segunda ola de infecciones azotó al país estadounidense, lo que desencadenó en un nuevo confinamiento.

Entre septiembre y octubre, se reiniciaron las conversaciones entre los partidos políticos de EU para negociar un nuevo paquete de estímulos. Las negociaciones fueron de la mano de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, y el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

La Cámara de Representantes, por su parte, aprobó un proyecto de ley por 2,2 billones de dólares; sin embargo, el Senado continuó rechazando el proyecto. Tras poco más de un mes de negociaciones y sin llegar a nada, Trump anunció que habría un nuevo paquete de ayudas en cuanto las elecciones presidenciales culminaran en noviembre.

A inicios de diciembre, Trump propuso un nuevo paquete de estímulos por 916.000 millones de dólares; no obstante, los líderes demócratas rechazaron la propuesta y apostaron por una negociación con sus homólogos republicanos.

El 21 de diciembre, tras una jornada maratónica en el Congreso de EU, se aprobó un proyecto ley con valor de 892.000 millones de dólares, el cual fue pensado, principalmente, para ayudar a los desempleados y a las pequeñas y medianas empresas, y destinar cheques a los estadounidenses, pero Trump se negó a firmarlo y exigió un aumento de la cantidad de dinero de los cheques.

Tras varios días de incertidumbre, el 27 de diciembre, se aprobó el último paquete de estímulos. Aún queda pendiente la discusión en el Congreso de EU sobre el aumento del dinero en los cheques a los ciudadanos estadounidenses.

Deuda y desempleo
Al mismo tiempo, la deuda pública de Estados Unidos alcanzará, al cierre del 2020, 98% del PIB, según estimó la Oficina de Presupuesto del Congreso, el nivel más grande desde la Segunda Guerra Mundial.

La Oficina dijo que esto se debe a la crisis económica generada por el Covid-19 y a los millones de dólares inyectados a la economía estadounidense. También mencionó que para el 2021, la deuda de Estados Unidos podría ser de hasta 102% del PIB.

En tanto, las cifras de desempleo se encuentran en disminución, pero aún por arriba de los niveles del 2008, en plena crisis financiera.