La cifra contrasta con 273.000 empleos que se generaron en febrero, aunque no refleja la totalidad de la crisis ya que las medidas de contención y el cierre de negocios comenzaron en la recta final del mes. En cualquier caso, supera con creces las expectativas, que preveían la destrucción de 100.000 empleos.

El desempleo en la primera economía del mundo ha pasado de 3,4 a 4,4%, una cifra aún baja pero que irá en aumento. El ritmo de crecimiento de este porcentaje es el tercero mayor de la historia. La mayoría de expertos asegura que el nivel de desempleo superará los dos dígitos y se teme que podría rebasar el récord de la Gran Depresión, fijado en 25 por ciento.

El Congreso de Estados Unidos ha aprobado un plan de 2,2 billones de dólares para paliar los efectos de la crisis y seguir manteniendo el consumo, que supone dos terceras partes de la riqueza del país. El histórico programa de incentivos incluye el reparto directo de dinero en efectivo que comenzará a distribuirse en dos semanas, según ha asegurado el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha propuesto crear un fondo de 25.000 millones de euros que permitiría movilizar hasta 200.000 millones de euros para apoyar a las empresas afectadas por la pandemia del coronavirus en toda la Unión Europea.

La propuesta se debatió este viernes durante la reunión de la junta directiva del BEI y se espera que los ministros de Economía y Finanzas de los 27  la analicen durante la reunión que celebrarán por videoconferencia el próximo martes.

Serían los estados miembro los que tendrían que proporcionar en avales esos 25.000 millones de euros que harían posible movilizar hasta 200.000 millones en apoyo a las compañías de la UE.

“El fondo de garantías sería una respuesta efectiva, oportuna y auténticamente europea a una crisis sin precedentes. Queremos combatir el impacto económico del coronavirus adelantándonos a él y aliviando el estrés sobre la economía real, en vez de lidiar con las consecuencias más adelante”, declaró en un comunicado el presidente del BEI, Werner Hoyer.