Empresarios brasileños preocupados con sus inversiones

Publicado en fecha 13-03-2020
Desde finales del año pasado van saltando reclamos de empresas extranjeras, en su mayoría de capital brasileño, desilusionadas por la falta de acompañamiento desde el Ejecutivo.  Incluso en ocasiones, son acosadas por agentes fiscales, a través de sugestivos procedimientos y autoridades de zonas de influencia de las inversiones, en especial en el interior del país.   

Paraguay es muy atractivo para apostar capitales por un liviano régimen impositivo, abundante energía y mano de obra barata. Sin embargo es un secreto a voces en el ámbito empresarial que hay pasar por “peajes” antes concretar la inversión o bien para seguir trabajando sin que un concejal o un agente fiscal esté tocando a la puerta.

Datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), señalan que la inversión extranjera directa cayó 0,4% en 2018 alcanzando USD 455 millones tras varios años de crecimiento; las cifras preliminares de 2019 se muestran menos favorables. Esta caída es explicada en parte por la complicada coyuntura internacional y por otra, la poca confianza que transmite la Justicia en cuanto a transparencia y garantías para el dinero. 

De hecho, la debilidad institucional es el principal freno para que el país alcance el tan ansiado grado de inversión, un peldaño que elevaría a Paraguay a otras ligas, coinciden los agentes económicos y las grandes calificadoras de riesgo como Moodys o Standard &Poors. 

CASOS PUNTUALES
A finales de enero, unas 40 empresas en la zona franca de Ciudad del Este amenazaron retirarse del país por falta de acompañamiento por parte del Gobierno para facilitar el acceso al certificado de origen un requisito esencial para exportar la producción. Algunas empresas suspendieron sus operaciones mientras que otras operan a media máquina.

Óscar Samudio, presidente de la zona franca Internacional Trans Trade SA reclamó “garantías para la inversión” ante los medios de prensa. Por su parte, el viceministro de Comercio, Pedro Mancuello se comprometió a agilizar los pedidos. 

La semana pasada saltó otro llamativo caso, se trata de la firma Durli Leathers S.A., otra empresa brasileña que exporta cueros a través de Minerva a afamadas marcas como Audi, Land Rover y Bentley, aparte de materia prima para revestimiento en muebles de sala vendidos en China, Italia y Estados Unidos.

Esta empresa viene recibiendo sistemáticas visitas de organismos de control de medio ambiente presionados porpolíticos de Carapeguá con aspiraciones electorales. Lo llamativo es que se trata de la única empresa con planta de tratamiento de residuos industriales de la zona, pero aún sí uno de sus ejecutivos es seguido de cerca por la Fiscalía.

En consonancia con la inquietud de los inversionistas brasileros, el abogado Álvaro Arias manifestó que la firma DURLI LEATHERS S.A. cuestionó formalmente en sede fiscal el procedimiento realizado para la toma de muestras del efluente final de la planta de tratamiento, cuyo resultado difiere del histórico de análisis realizado durante todo el 2019. 

Agregó que no es razonable ninguna sospecha sobre actividad delictual en materia ambiental por parte de la firma, ya que la misma ha realizado la inversión necesaria para la construcción de la planta, los insumos químicos, las licencias ambientales y los honorarios de los expertos, por tanto, no resultaría razonable concluir que con todo este comportamiento exista voluntad de contaminación ambiental, cuando el comportamiento refleja claramente un compromiso absoluto con el medio ambiente.