La posibilidad de una reforma tributaria en el presente año obliga a plantearse acerca de la calidad del gasto público en el país. Desde el 2003 al 2018 el gasto público creció en 594,5%, es decir, se volvió casi seis veces mayor, esto debido a que también los ingresos totales del estado crecieron casi en igual proporción (536,4%).

Sin embargo, el aumento en los ingresos y gastos del estado no significó un aumento en la eficiencia de los mismos, ya que lastimosamente no se reflejó en un aumento en el capital humano de calidad o en beneficios sociales duraderos, de acuerdo con lo que publica MCS Grupo Consultor en su boletín “Pulso Económico”.

En ese sentido, según un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Paraguay se ubica en el puesto 9° entre los países de América Latina con mayor ineficiencia en el gasto público, representando el 3,9% del PIB nacional, lo que equivale a aproximadamente USD 1.840 millones.

El informe también plantea recomendaciones de políticas sobre cómo mejorar la eficiencia del gasto gubernamental. Por ejemplo, incluye medidas concretas para reducir las demoras y sobrecostos de proyectos de infraestructura, así como la corrupción en las compras gubernamentales.

Asimismo, la entidad asegura que los principales tipos de despilfarros del dinero se dan en las compras del estado, el salario de los empleados públicos y los subsidios. Mientras que para ser más eficientes se necesita maximizar el volumen de servicios prestados, minimizar el tiempo o capital para producirlos y mantener o mejorar la calidad.

Es por eso que, gastar mejor y cambiar de un gasto ineficiente a un gasto eficiente ayudaría al crecimiento económico de largo plazo, mejoraría la equidad y el funcionamiento de las instituciones públicas, así como también el gobierno tendría más dinero disponible para invertir en temas necesarios como infraestructura y materia social.