Paraguay se ha caracterizado en la última década por un sólido crecimiento económico, estabilidad macroeconómica y una fuerte reducción de la pobreza. Sin embargo, un ajuste en el modelo de desarrollo podría aumentar la sostenibilidad y la inclusión, y responder mejor a las necesidades y expectativas de la población, según el Diagnóstico Sistemático de Paraguay presentado  por el Banco Mundial (BM).

Del evento participaron los ministros de Hacienda, Benigno López; y de la Unidad de Gestión de la Presidencia, Hugo Cáceres; así como el presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), José Cantero; el director del organismo financiero multilateral, Jesko Hentschel; la representante residente del BM en el país, Celia Ortega; y el gerente regional de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), David Tinel, además de autoridades locales e invitados.

Al respecto, el ministro de Hacienda, Benigno López, destacó que el informe se enfoca en las materias pendientes del país, poniendo como base las instituciones eficientes, lo que propiciará la construcción de políticas macroeconómicas sostenibles en el tiempo.

El Diagnóstico identifica cuatro desafíos claves para el modelo de desarrollo: en primer lugar, invertir en capital humano, reformar los sistemas de educación y capacitación para abordar mejor las demandas y necesidades del sector privado y preparar mejor a los jóvenes para la participación productiva en el mercado de trabajo.

En segundo lugar, preservar y gestionar el capital natural a través de la construcción de un fuerte sistema de administración de tierras y fortalecer la capacidad institucional para monitorear y hacer cumplir las leyes sobre el uso de la tierra.

Como tercer punto, fortalecer a las instituciones mediante mecanismos para que los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil participen activamente en el proceso de formulación de políticas, reformar el sistema judicial, fortalecer las políticas anticorrupción y mejorar las regulaciones del ambiente de negocios para aumentar la competitividad.

Como último punto, mejorar la calidad de los servicios públicos, para lo cual el Banco Mundial insta a cubrir las brechas críticas de infraestructura en servicios básicos (transporte, agua, electricidad, saneamiento); fortalecer la Administración Pública mejorando la coordinación y planificación, disminuyendo la duplicación de funciones y mejorar el rendimiento de las empresas públicas con contratos de desempeño.