En un fuerte cambio respecto de sus últimas proyecciones, el Banco Mundial (BM) difundió el martes sus primeras estimaciones para Latinoamérica para el año que comienza. Los datos se resumen en un crecimiento de 1,7% promedio para toda la región a lo largo del año, y para Argentina una contracción del 1,7 por ciento.

La proyección representa una modificación a la baja importante (-3,5 puntos porcentuales) respecto de la estimación anterior para el país en 2019: un crecimiento de la economía por 1,8%. "El crecimiento en América Latina y en el Caribe fue decepcionantemente débil en 2018, con una estimación de 0,6%, y notablemente menor a lo esperado. Esto reflejó el impacto de la reciente crisis de la moneda en Argentina, la huelga de camioneros en Brasil y el empeoramiento de las condiciones en Venezuela", expresó el banco en su informe semestral.

 La región enfrenta riesgos intraregionales e internos, como un contagio de una contracción más fuerte de lo esperado en Argentina y en Venezuela

El informe hace referencia a las proyecciones del organismo para 2018, en el que se estima la contracción de la economía venezolana de 18%, y un retroceso del PBI argentino por 2,8 por ciento. Para 2019, la expectativa del BM es que la mayoría de los países de la región, salvo Bolivia, Chile, Colombia y Perú, muestren un panorama menos favorable de lo esperado en junio de 2018.

Entre otros puntos, el organismo internacional considera que la región enfrenta "riesgos intraregionales e internos, como un contagio de una contracción más fuerte de lo esperado en Argentina y en Venezuela y la persistente amenaza de desastres naturales y condiciones meteorológicas extremas".

"El colapso económico en Venezuela se ha profundizado y no hay indicaciones de que la última redenominación de la moneda tuviera un mayor impacto en la dinámica hiperinflacionaria actual", aseguró el Banco.

Además, el BM señaló que "los principales riesgos externos incluyen un mayor endurecimiento de las condiciones financieras externas y una subida adicional de la incertidumbre sobre las políticas comerciales internacionales" y advirtió que la desaceleración del crecimiento global va a limitar el crecimiento de las exportaciones.

Ayer, sorpresivamente, se anunció la renuncia del presidente de la entidad, el coreano Jim Yong Kim, luego de tres años en el puesto. "Ha sido un gran honor desempeñarme como presidente de esta extraordinaria institución, llena de individuos apasionados y dedicados a la misión de terminar con la pobreza extrema en el lapso de nuestras vidas", dijo Kim, pero no profundizó en los motivos de su dimisión.