Desde el último informe, la economía mundial ha seguido expandiéndose, aunque menos uniforme entre países. Los indicadores económicos de Estados Unidos permanecen sólidos, mientras que en la Eurozona se ha seguido observando una moderación de la actividad económica.

 Entre los países emergentes, China continúa convergiendo hacia un menor ritmo de crecimiento. Por su parte, en la región, el contexto económico se mantiene complejo, principalmente en Argentina.

 La economía de Estados Unidos ha mantenido un ritmo de crecimiento sólido y los registros del mercado han seguido mejorando en los últimos meses. En el segundo trimestre del año, el PIB se expandió a una tasa anualizada de 4,2%, explicado por las contribuciones positivas del gasto de consumo privado, las exportaciones, la inversión fija no residencial y los gastos gubernamentales. 

Por su parte, los indicadores de corto plazo han dado señales de un desempeño similar en el tercer trimestre. En este contexto las perspectivas de crecimiento son positivas, impulsadas por el estímulo fiscal que continúa aumentando.

En la Eurozona, los indicadores de actividad se han moderado luego del fuerte crecimiento observado en 2017. En el segundo trimestre, el PIB creció 2,1% interanual, una tasa menor a la registrada en el trimestre previo, continuando con la trayectoria decreciente observada en el informe anterior. De manera similar, la actividad manufacturera se ha ralentizado aún más en el tercer trimestre.

Así, el indicador de la actividad manufacturera PMI siguió exhibiendo una tendencia a la baja explicada por un menor ritmo de crecimiento de las exportaciones y el aumento de tensiones políticas y comerciales. En dicho escenario, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo ha mantenido sin variaciones los tipos de interés de referencia y anunció la reducción de la compra neta de activos a 15.000 millones de euros durante el último trimestre de este año. 

En China, la actividad económica y manufacturera siguió expandiéndose, aunque a un ritmo menor. En China, la actividad económica y manufacturera siguió expandiéndose, aunque a un ritmo menor. El PIB creció 6,7% interanual en el segundo trimestre de este año, marginalmente por debajo del trimestre anterior. En tal escenario, la intensificación de la guerra comercial con Estados Unidos ha provocado que el gobierno chino decida relajar las restricciones establecidas para disminuir los riesgos crediticios, con el fin de evitar una mayor desaceleración del crecimiento económico. 

En América Latina y el Caribe, las previsiones de crecimiento se han revisado a la baja, debido a que el endurecimiento de las condiciones financieras y una sequía pusieron freno al crecimiento en Argentina, mientras que la incertidumbre derivada del escenario político y un paro nacional de camioneros tuvieron efectos negativos en la producción de Brasil.