Berlusconi propone una moneda paralela al euro en Italia

Publicado en fecha 16-05-2018
La prima de riesgo italiana se disparó el martes hasta su nivel máximo en las tres últimas semanas después de que el ex primer ministro Silvio Berlusconi defendiera la idea de introducir en el país una moneda paralela al euro.

El rendimiento del bono italiano a diez años llegó a subir a lo largo del día nueve puntos básicos hasta alcanzar su máximo en las tres últimas semanas, 2,13%. El avance al cierre de la jornada, de siete puntos, fue el mayor en un solo día en el último mes. Los analistas consideran que el repunte se explica por las declaraciones que Berlusconi, líder del partido de centro-derecha Forza Italia, hizo durante el fin de semana. También influyeron otros factores como la incertidumbre ante las próximas decisiones del BCE.

"Todos los países más importantes del mundo, desde Estados Unidos a Reino Unido, desde Rusia a China y a Japón, han combatido la crisis económica imprimiendo moneda. Es lo que deberíamos hacer nosotros también", aseguró a la revista Libero el antiguo jefe de Gobierno. Berlusconi pretende llegar al poder tras las elecciones del próximo año al frente de un bloque de derechas con la Liga Norte que rivalice con el polo de centro-izquierda del Partido Democrático de Matteo Renzi y los populistas del Movimiento 5 Estrellas.

“La propuesta de dos monedas, una nacional para las transacciones internas y otra común para las externas, es similar a la que teníamos en los años ochenta y noventa con la lira y el ecu”, añadió el magnate, dando alas al temor de que pretenda, si llega al Gobierno, crear una moneda paralela al euro. Estas declaraciones se inscriben en una atmósfera crecientemente antieuropea en la tercera economía de la eurozona.

La idea de una divisa paralela podría ayudar a Berlusconi a encontrar puntos en común con el partido antiinmigración Liga Norte y la fuerza derechista Hermanos Italianos, según analiza en declaraciones a Reuters Lorenzo Codogno, profesor de la London School of Economics.
Fuente: elpais.es