La producción manufacturera de China cayó 1 punto, a 50,3 en febrero

Publicado en fecha 16-03-2018
El componente de producción, que se vio afectado por las interrupciones, se desplomó, mientras que el desempleo se suavizó, pero en un grado mucho menor. Además, el PMI de Caixin, que tiene una mayor participación de empresas orientadas a la exportación, aumentó a 51,6 en febrero, desde 51,5 en enero.

De cara a futuro, vemos una moderación en el crecimiento, a 6,5% este año, desde 6,9% en 2017, ya que la política se ha vuelto más estricta. El año pasado, el PBoC permitió que las tasas de interés de mercado aumentasen (la tasa de interés deudor promedio aumentó en aproximadamente 125 puntos básicos, a 4,25%), lo que afectaría la economía este año. Además, la política fiscal sería más estricta con la meta de déficit del gobierno federal reducida a 2,6% del PIB en 2018 desde 3,0% en 2017. Finalmente, el Congreso Nacional del Pueblo estableció la meta de crecimiento de este año en "alrededor de 6,5%", en comparación con la meta del año pasado de "alrededor de 6,5%, y nuestro objetivo es alcanzar mejores resultados si es posible". El cambio confirma que el gobierno tolerará una desaceleración moderada del crecimiento.

Creemos que esta política es manejable y positiva para la estabilidad global porque reduce el riesgo financiero y produce una senda de crecimiento más sostenible en China. De hecho, la ratio crédito/PIB en China permanece alta, pero ha comenzado a estabilizarse con regulaciones financieras más rígidas sobre los productos crediticios "alternativos". Además, el gobierno está gestionando una reducción gradual de la deuda de las empresas estatales (SOE en su sigla en inglés), que es el principal problema. El bajo nivel de deuda pública permite cierto grado de libertad para que el gobierno administre la deuda de las SOE a lo largo del tiempo. La demanda privada se ve impulsada cada vez más por el consumo, y las perspectivas de inversión también mejoraron, gracias a las existencias más equilibradas en el sector inmobiliario y a las exportaciones que se convierten en vientos de cola. Y, si fuera necesario, el PBoC podría flexibilizar la política monetaria, dado que la inflación del IPC se mantiene en 2%, un punto porcentual por debajo de su meta.
China mantiene proyecciones de crecimiento en 6,5% en 2018 y en 6,1% en 2019.