Ambiente global benigno fortalece al real

Publicado en fecha 26-02-2018
La moneda brasileña continuó apreciándose frente al dólar el mes pasado y, en enero, alcanzó su nivel más fuerte desde octubre. El entorno externo sigue ofreciendo un gran apoyo a los mercados emergentes, a pesar de la reciente volatilidad en algunos precios de los activos mundiales. En nuestra opinión, esta volatilidad es transitoria, reflejando básicamente una corrección en algunos precios, dado que los fundamentos en el escenario macro global permanecen saludables. En particular, el crecimiento global sincronizado respalda los precios de los commodities, ayuda a reducir el apalancamiento entre las empresas y los gobiernos, y fomenta una menor aversión al riesgo, explicando las pérdidas del dólar frente a varias monedas, incluida el real brasileño.

Revisamos nuestras proyecciones para el tipo de cambio a fines de 2018 a 3,25 reales por dólar (desde 3,50) y a 3,30 a fines de 2019 (desde 3,60). En el frente externo, el amplio crecimiento económico global, junto con una inflación aún moderada en los mercados desarrollados, debería proporcionar soporte a los activos de riesgo, incluidas las monedas de los mercados emergentes, durante un período de tiempo más prolongado. A nivel nacional, aunque existe una mayor incertidumbre (especialmente en lo referente a la aprobación de las reformas fiscales), los resultados fiscales han mejorado en el margen y el repunte de la  actividad económica se está volviendo más sólido, por lo que el cumplimiento de la meta fiscal en 2018 será un desafío menor que en años anteriores. Por lo tanto, las primas de riesgo para invertir en Brasil tienden a mantenerse en niveles históricamente bajos, lo que contribuye a un tipo de cambio más apreciado de lo que habíamos anticipado anteriormente.

Un perfil de financiamiento externo más favorable también reduce los riesgos relacionados con los eventuales shocks externos e internos. El déficit de cuenta corriente se redujo a 0,5% del PIB en 2017 (9.800 millones de dólares) desde 1,3% del PIB en 2016 (23.500 millones de dólares), principalmente debido a la contribución positiva proporcionada por la balanza comercial, que registró un excedente de 64.000 millones de dólares. En lo referente al financiamiento, lo más destacado del año fue la resiliencia de la inversión extranjera directa en el país (3,4% del PIB), que cubrió (y varias veces) el déficit de cuenta corriente y alivió la dependencia de Brasil de flujos de capital volátiles.

El mayor riesgo para nuestra proyección proviene de los acontecimientos relacionados con la agenda de reformas, particularmente las reformas relacionadas con los ajustes en las cuentas fiscales.
Si esta agenda avanza más rápido de lo que anticipamos, podría haber una rápida apreciación del real. Por otro lado, una reversión podría desencadenar una tendencia de depreciación del tipo de cambio.