Para su operación el Metrobús priorizará la eficiencia del servicio

Publicado en fecha 29-01-2018
En los primeros años los autobuses del Metrobús operarán a diésel, atendiendo a la necesidad de garantizar el servicio a más del 35% de la demanda total de transporte público metropolitano. No obstante, se prevé la incorporación de autobuses movidos a energía eléctrica, de manera gradual, tal y como ocurre en todos los países que han incluido esta tecnología en sus sistemas de transporte público de pasajeros.

Actualmente, países de la región se encuentran iniciando el proceso de incorporación de autobuses movidos a energía eléctrica en sus sistemas de transporte: En el caso de Chile, en noviembre del año pasado el Transantiago inició el proceso de inclusión de 90 autobuses movidos 100% a energía eléctrica; que constituirán el 1.37% de una flota total de 6.550 buses. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, ha iniciado acciones para que este 2018 se incorpore cuanto menos un bus eléctrico en cada línea de colectivo, dando inicio así a un plan que busca llegar al 2030 con toda la flota eléctrica, es decir, 15.600 autobuses. Por su parte, el Gobierno federal ha autorizado la importación de hasta 350 buses eléctricos, a ser distribuidos en las diferentes provincias.

¿Y en el Metrobús?
Si bien en los primeros años de funcionamiento se prevé la utilización de 135 Buses Euro V (no contaminantes) en los diferentes tramos del Metrobús, se prevé que -al séptimo año de ejecución- las empresas operadoras realicen un estudio tecnológico y de factibilidad respecto a la incorporación total o parcial de los buses eléctricos (u otra tecnología que pudiera resultar conveniente), de manera a que la renovación prevista a partir del décimo año incluya buses eléctricos si esta incorporación es considerada factible y económica.

Tecnología eléctrica
Existen varias opciones tecnológicas basadas en buses eléctricos, una de ellas es la de los trolebuses. Sin embargo, la aplicación de esta tecnología requiere el tendido de los cables, que posee un costo estimado en 20 millones de dólares, y las unidades tienen un costo algo superior al doble de una unidad convencional movida a diesel. Sumado al aspecto económico, la decisión de no utilizar esta tecnología ha respondido, principalmente, a la eficiencia del servicio en los siguientes términos: Para transportar la cantidad de pasajeros prevista a la velocidad proyectada, el Metrobús requerirá que las Líneas Expresas se adelanten a las demás líneas, lo cual ─si bien puede ser realizado por los Trolebuses─ requerirá maniobras que tornarán más lenta la operación del sistema. Esta lentitud provocará mayores tiempos de viaje para los usuarios y la necesidad de contar con una flota mayor para cubrir las necesidades del servicio.

Actualmente, se exploran otras tecnologías, como la utilización de buses con motores eléctricos, cuya provisión de energía proviene de un set de baterías para las cuales se puede optar por cargas lentas (los buses recargan por períodos importantes en las terminales) o por "cargas de oportunidad" (se instalan cargadores de baterías en puntos determinados del recorrido y los buses realizan cargas rápidas para llegar hasta el siguiente punto de recarga).

Asimismo, las baterías actuales no ofrecen seguridad en relación a la durabilidad requerida para el proyecto, y las unidades tampoco cuentan con la autonomía apropiada para su operación en las condiciones de uso de Asunción. Este sistema sigue siendo experimental y, a excepción de la ciudad china de Shenzhen, ningún país cuenta en la actualidad con sistemas de buses que utilicen en un 100% vehículos eléctricos.