Inflación de la zona euro subió 1,5%

Publicado en fecha 04-12-2017
La inflación en la zona euro subió menos de lo previsto en noviembre, lo que remarcó que el crecimiento de los precios sigue débil en el bloque y respaldó el plan del Banco Central Europeo (BCE) de retirar los estímulos sólo en forma gradual.

La inflación en los 19 países que comparten la moneda única subió a 1,5% en noviembre desde 1,4% en octubre, incumpliendo las expectativas de un alza de 1,6%, y se mantienen por debajo de objetivo del BCE de justo menos de 2 por ciento.

La estimación preliminar de Eurostat para el mes no incluye un cálculo intermensual.

La inflación se debió principalmente al alza de los costos de la energía, que subieron 4,7% anual en noviembre, desde un incremento de 3,0% en octubre.

Los precios de la comida no procesada subieron 2,4%, frente a 2,8% el mes pasado.

Calculado sin esos dos componentes más volátiles, lo que el BCE llama la inflación subyacente se mantuvo estable en 1,1%, frente a expectativas de una leve baja a 1,0 por ciento.

Otro dato divulgado mostró que el sólido crecimiento económico ayudó a reducir el desempleo en la zona euro al nivel más bajo desde enero del 2009, superando las expectativas del mercado.

La tasa de desempleo bajó a 8,8% de la fuerza laboral, o 14,34 millones de personas, en octubre, frente a 8,9%, o 14,43 millones de personas, en septiembre. Economistas consultados en un sondeo proyectaban que la tasa se mantuviera estable, en 8,9 por ciento.

El BCE insiste en que el estado de los bancos de la eurozona supone una amenaza para la recuperación económica de la región y ha hecho un llamado para que las entidades se modernicen  de lo contrario, tendrán una caída de los márgenes.

En su último informe sobre estabilidad financiera, el BCE aseguró que la solvencia y rentabilidad de los bancos ha mejorado, pero que todavía hay una gran diferencia con respecto a sus competidores globales. El banco central también advirtió sobre un aumento del riesgo, sobre todo en los mercados de deuda.

“Los mercados dan por hecho que todo irá bien, pero las cosas cambian”, advirtió Vítor Constâncio, vicepresidente del BCE.