Como cada año, en más de 150 países de todo el mundo se organizan eventos en el Día Mundial de la Alimentación para correr la voz de lo importante que es que todos se unan a la lucha contra el hambre y que nos aseguremos de que todo el mundo tenga suficientes alimentos para llevar una vida activa y saludable.

En setiembre de 2015, durante la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en Nueva York, 193 países se comprometieron acabar la pobreza y el hambre, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos. Un año más tarde, las Naciones Unidas celebraron una Cumbre sobre Refugiados y Migrantes en su sede en Nueva York para buscar en enfoque integral de la gobernanza sobre la mitigación.

En ese contexto, los participantes acordaron trabajar hacia un Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular, que se adoptará en 2018. El Pacto Mundial sobre Migración tendrá como objetivo abordar todas las dimensiones de la migración internacional, entre ellas las humanitarias, las de desarrollo y las relacionadas con los derechos humanos.

Pero avanzar hacia un futuro sostenible no será posible sin el involucramiento de todos, el objetivo mundial de alcanzar el Hambre Cero en 2030 no pude lograrse sin abordar las conexiones entre la seguridad alimentaria, el desarrollo rural y la migración.

Las  cifras de las Naciones Unidas muestran que hay más personas involucradas en la migración forzada y por situaciones de dificultad y vulnerabilidad, desplazándose como consecuencia de conflictos, la persecución y los desastres naturales o porque no tiene otra opción sino hacerlo, en sus esfuerzos por escapar de la pobreza, las amenazas a sus medios de subsistencia u otras presiones extremas.

Tan solo en 2015, 65,3 millones de personas fueron desplazadas por la fuerza como consecuencia de conflictos y persecución en todo el mundo y más de 19 millones de personas fueron desplazadas internamente debido a desastres naturales.

Otras cifras muestran que hay aproximadamente 244 millones de migrantes internacionales, mientras que 763 millones migran dentro de sus propios países. Hay 65 millones de migrantes forzados, de los cuales 21,3 millones son refugiados, 40,8 millones son personas desplazadas internamente (PDI).

Por otro lado, la alimentación y la agricultura siguen siendo fundamentales para el bienestar  de las personas  y están relacionadas a las causas  por las que muchas personas migran, especialmente en las zonas rurales. Mas del 75% de los pobres del mundo y de la población expuesta a la inseguridad alimentaria  viven en zonas rurales, en su mayoría dependen a la agricultura y de medios de vida  basados en los recursos naturales.

Los motivos y las repercusiones de la migración están íntimamente vinculados a los objetivos mundiales de la FAO de combatir el hambre y lograr la seguridad alimentaria, reducir la pobreza rural y promover el desarrollo sostenible de los recursos naturales. Para este organismo la migración debe ser una elección, no un imperativo.