El petróleo cotizado en Nueva York cerró en baja el miércoles, afectado por el cierre de refinerías a lo largo de la costa del Golfo de México luego del pasaje de la tempestad Harvey, que hizo caer la demanda de crudo.

El barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en octubre, referencia en Estados Unidos, perdió 48 centavos en relación al cierre de la víspera, a 45,96 dólares en el New York Mercantile Exchange (Nymex).

Según un relevamiento del departamento de Energía efectuado en la mañana del miércoles, las seis refinerías de la ciudad de Corpus Christi, siete de la zona Houston/Galveston y dos vecinas a Beaumont/Port Arthur estaban cerradas o a punto de cerrar.

En total pueden refinar 3.87 millones de barriles diarios, lo que corresponde a 20,9% de la capacidad total de refinación de Estados Unidos.

"El continuo incremento del nivel de las aguas crea gran incertidumbre sobre el alcance de los daños causados a las refinerías, sobre el ritmo al cual las actividades suspendidas podrán reanudarse y sobre la amplitud de la capacidad que continuará afectada durante los próximos meses", comentaron analistas de Goldman Sachs.

La paralización de las refinerías limita la producción de gasolina y productos destilados y en consecuencia hace caer la demanda de crudo, aunque su extracción fue menos perturbada.

En ese contexto, la publicación de los datos semanales de reservas petroleras en Estados Unidos al 25 de agosto durante la sesión, no afectó significativamente los precios, ya que el informe reflejaba muy parcialmente las consecuencias del pasaje del huracán Harvey.

"Son principalmente los datos de la semana próxima los que serán importantes, ya que aportarán una primera indicación detallada del impacto de Harvey sobre el sector energético", estimó James Williams de WTRG.