Con los precios de las materias primas en baja y un escenario mundial incierto, América Latina y el Caribe está buscando alternativas para impulsar el crecimiento. Y existe un creciente consenso en la región de que para sentar las bases de la recuperación económica un punto clave es cerrar la brecha de infraestructura.

Según la publicación del Banco Mundial, en la actualidad la región invierte menos del 3% de su PIB en infraestructura, un promedio bajo en comparación a regiones como Asia Oriental y el Pacífico, que destina cerca del 7,7%.

Pero no se trata solo de dar más recursos. El reto está en invertir mejor, especialmente en transporte y saneamiento, los talones de Aquiles de la región, y en involucrar al sector privado en las inversiones en infraestructura.

Dentro de algunos datos se mencionan que se deben crear unos 600 millones de empleos en el mundo para el 2030 según los expertos, 77% de los empleos en China se encuentran amenazados por la automatización empezándose a sentir el impacto en América Latina.

Así también se señala que los empleos del futuro requieren nuevas habilidades, menos memorización y más pensamiento crítico, como 36% de las empresas de América Latina consideran que es muy difícil encontrar trabajadores entrenados y con educación adecuada. En cuanto a la fuerza laboral evidencia la diferencia que sigue existiendo, por ejemplo sólo el 47% representa la participación femenina frente al 75% de los hombres en la Argentina.

El informe concluye que un panel de alto perfil analizará el potencial de los países de América Latina y el Caribe para invertir más y mejor en infraestructura y cuáles son los desafíos principales que hay que superar.