BBVA: La revolución tecnológica es el mayor desafío

Publicado en fecha 31-05-2017
El desencanto de la población -en especial de los jóvenes- hacia la banca tradicional y el surgimiento de las fintech, que dan servicios financieros más rápidos, sencillos y baratos, hacen pensar al español BBVA que la revolución tecnológica que se vive hoy día es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la industria bancaria a nivel global.

En la Reunión Nacional de Consejeros de BBVA Bancomer, Francisco González, presidente del grupo financiero español, destacó que a los problemas de rentabilidad y reputacionales que enfrentan algunos bancos en el mundo ahora hay que sumarle la llamada revolución tecnológica, misma que, dijo, aunque representa una amenaza para muchos, también es una gran oportunidad de crecimiento y mejora de la productividad para otros.

Para el banquero español, en unos pocos años se habrá configurado un nuevo ecosistema financiero, formado por bancos como BBVA, algunas startups (fintechs) y probablemente algunos gigantes de la red como Google, Apple y Facebook.

“Con el tiempo, la industria financiera la van a liderar quienes dominen las grandes tecnologías y sepan ganarse la confianza de sus clientes con mucha transparencia. Yo diría: con extrema transparencia y sin conflictos de interés”, expuso.

BBVA, destacó, ya lleva alrededor de 10 años trabajando en dicha transformación, lo que le da al banco una clara ventaja competitiva.

“Este tiempo nos da una clara ventaja competitiva. De alguna forma nosotros tenemos comprado el tiempo. Hace ya 10 años que comenzamos lo que nosotros llamamos ese largo viaje digital BBVA, un proceso que ha sido muy complejo y que ha exigido mucha perseverancia en múltiples frentes”, expresó.

Hoy BBVA está inmerso en un cambio cultural en el que se combina el talento digital, con su experiencia como banco, por lo que ya no están en fase de preparación, sino de ejecución.

Prueba de ello es el desarrollo en los últimos meses de una multitud de productos digitales en los diferentes mercados en los que operan, incluido México, además de otras estrategias que el grupo trae para los próximos.

Asimismo, detalló que estos esfuerzos ya han tenido un gran impacto en los clientes, pues, de los 12,5 millones de clientes digitales y 5,9 millones móviles que tenían en el 2014, han subido a 19,2 millones y 13,5 millones, respectivamente.

“En definitiva, nuestros clientes están valorando muy positivamente la sencillez, comodidad, eficacia, rapidez, utilidad, amabilidad y actitud de servicio de todos nuestros empleados”.

En los próximos tres años, adelantó, habrá una explosión real de logros y de resultados. “Y en ese proceso BBVA Bancomer (su filial mexicana, que le deja 40% de sus ingresos) es un pilar fundamental”.

A la gente no le 
gusta los bancos
Carlos Torres Vila, consejero delegado de BBVA, coincidió en que el cambio tecnológico muchos lo ven como amenaza, pero que esto también representa un nuevo camino para el mundo de las finanzas.

“Pero quizá hay un elemento adicional que la tecnología abre más allá de estas innovaciones en cada uno de estos verticales, que nos da una conveniencia en nuestro día a día y que es parte un poco de la realización de que las personas hacemos una mala gestión de las finanzas, y las finanzas nos generan frustración, nos generan infelicidad y la gran oportunidad está en aprovechar las tecnologías para resolver este problema”, refirió.

Destacó que, de acuerdo con encuestas, a las personas -en especial los millennials- no les gustan los bancos, por lo que las nuevas tecnologías no sólo deben servir para ofrecer más productos y servicios financieros por nuevos canales, sino para mejorar la experiencia de los clientes para que acabe esa percepción.

Aquí, agregó, compartir los datos de los clientes, con su consentimiento, será importante para mejorar la experiencia de los clientes. “Ese valor añadido aumentará la confianza y por tanto, a mayor confianza, mayor acceso a la información, más valor añadido”.

Eduardo Osuna, director de BBVA Bancomer, destacó el proceso de transformación que ha tenido la filial mexicana en los últimos años, incluida la transformación digital de sus sucursales, y la modernización de servicios y productos financieros.

Hoy el banco ya tiene más de 3 millones de clientes digitales.