FMI analiza el control de las condiciones financieras internas de los países

Publicado en fecha 11-04-2017
¿Hasta qué punto mantienen los países su influencia sobre las condiciones financieras internas en un sistema financiero integrado a escala mundial? Esta pregunta es actualmente objeto de un interés creciente por parte de círculos tanto económicos como académicos. En sentido amplio, las condiciones financieras se refieren a la facilidad para obtener financiamiento, y su medición puede resultar valiosa a la hora de evaluar los efectos de las políticas y las perspectivas económicas. Una mayor integración financiera puede complicar de varias maneras la gestión de las condiciones financieras internas. En primer lugar, es posible que las autoridades económicas deban tener más en cuenta los factores externos para la consecución de sus objetivos internos. En segundo lugar, es posible que la globalización dificulte a las autoridades del país el control de las condiciones financieras internas —por ejemplo, obstaculizando la transmisión de la política monetaria. El presente capítulo analiza la importancia cambiante de los componentes mundiales comunes de las condiciones financieras internas. En él se desarrollan índices de condiciones financieras (ICF) que permiten comparar un amplio conjunto de economías avanzadas y de mercados emergentes. Concluye que un componente común (condiciones financieras mundiales) es responsable de entre el 20% y el 40% de la variación del ICF interno del país, con una notable heterogeneidad observada entre países. No obstante, parece que su importancia no ha aumentado significativamente en los últimos veinte años. La influencia de las condiciones financieras mundiales es considerable, pero hay indicios de que, en promedio, los países siguen dominando sus propias condiciones financieras —particularmente a través de la política monetaria. Sin embargo, la vertiginosa rapidez con la cual los shocks externos afectan a las condiciones financieras internas puede impedir también una reacción eficaz y oportuna, en caso necesario. Como las condiciones financieras mundiales suelen representar una mayor proporción de la variabilidad del ICF en las economías de mercados emergentes, estos países en particular deberían prepararse para las repercusiones de un endurecimiento de las condiciones financieras mundiales. Los gobiernos pueden promover la profundización financiera interna para aumentar la resiliencia a los shocks financieros mundiales. En particular, el desarrollo de una base inversionista local, así como el fomento de la profundidad y la liquidez en los mercados de acciones y de bonos, pueden contribuir a amortiguar los efectos de los shocks financieros externos.