Por primera vez una banca de desarrollo nacional tiene representación en Alide

Publicado en fecha 05-04-2017
Analizar los avances del programa de trabajo para el presente periodo y definir los detalles finales de la 47º Asamblea General de la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo (Alide) fueron algunos de los temas tratados en la reunión que tuvo lugar en la sede central del Banco Nacional del Fomento (BNF), cuyo presidente, Lic. Carlos Alberto Pereira Olmedo, forma parte del directorio de la organización.

Esta es la primera vez que una banca pública nacional cuenta con representación en la plana dirigencial de Alide, una organización internacional que nuclea a más de 80 instituciones financieras de desarrollo de Latinoamérica y el Caribe, además de contar entre sus miembros a bancas públicas de Alemania, Canadá, China, España, Portugal, Suecia y Rusia. La Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) y el Fondo Ganadero son otras instituciones nacionales que forman parte de Alide.

La misión de la misma es estimular el intercambio de información de productos, servicios y experiencias entre sus asociados, a través de foros técnicos, capacitación y asistencia técnica, para propiciar negocios y cooperación financiera entre ellas, a la vez de alentar la contribución al desarrollo económico y social de la región.

La 143º Reunión del Consejo Directivo de Alide, celebrada días atrás en la sala del Consejo de Administración del BNF, fue la antesala a la Asamblea que se realizará entre el 31 de mayo y el 2 de junio en la ciudad de Santiago, Chile. En la oportunidad, los miembros del directorio abordaron temas de fundamental importancia para el sector de las bancas públicas, como la revisión del informe de cierre del ejercicio 2016.

La presidente de Alide, Soledad Barrera, señala que la entidad está funcionando bastante bien y que es autosustentable, pero añade que se busca “dar un giro y que la misma no solo cubra costos, sino hacer algo más para no depender ya tanto del pago de las membresías de las cuotas”.

Según Barrera, los bancos de desarrollo comparten roles comunes y de gran relevancia en las economías de sus respectivos países. “Por un lado, somos instituciones que no persiguen fines de lucro pero sí necesitamos ser rentables y eficientes. No podemos ni debemos depender de los presupuestos generales de nuestros respectivos gobiernos, por lo que debemos tener una clara visión de mantenernos en el tiempo”, sostiene la titular de Alide.

En cuanto a los desafíos, admite que falta una mayor participación y representatividad de los bancos de desarrollo. “Eso no quiere decir que tengamos que competir con la banca privada, sino que debemos ser complementarios a ella y en ese sentido tenemos un mundo de oportunidades que podemos aprovechar”, enfatiza.

En ese sentido, Soledad Barrera refiere que Alide cumple un rol muy importante, pues justamente fomenta el intercambio de experiencias y la trasferencia de conocimientos, incluso con organismos multilaterales con los que se busca crear sinergia. Todos estos temas, además de otros que tienen que ver con innovaciones y tecnologías, así como el rol que desempeñan en las economías los bancos de desarrollos serán tratados en la 47º Asamblea General de Alide.

Intercambio de experiencias
“Para el BNF es muy importante formar parte del directorio de Alide porque significa que el país está trascendiendo fronteras y que Paraguay ha incorporado las experiencias que han tenido otros países, como Chile, Perú, Ecuador y otros que han adecuado y actualizado sus normativas a las exigencias que requieren las bancas de desarrollo en América Latina y el mundo”, señala el presidente del BNF, Carlos Pereira, al hacer referencia a la aprobación del proyecto de ley de modificación de la carta orgánica de esta entidad bancaria.

Según el titular de la banca pública nacional, este hecho histórico que tiene lugar después de 56 años y que pone en contexto de una alta competitividad al BNF, permitirá a la misma constituirse en una herramienta que posibilite el acceso a créditos baratos a todos los segmentos de la economía, es decir, a pequeñas y medianas empresas, industrias, emprendedores, cuentapropistas y a las personas que egresan de las universidades.

“Como banca de desarrollo tenemos la obligación de generar políticas contracíclicas, lo que significa que la banca nacional -como brazo articulador financiero- debe estar precisamente en aquellas jurisdicciones donde la banca privada no está”, remarca Pereira, al puntualizar que la banca pública actúa como elemento mitigador de las necesidades insatisfechas que existen en los mercados, en pos de una real inclusión financiera, que favorezca a todos los sectores de la economía.