EEUU decide gravar las remesas mexicanas para pagar por el muro que planea construir

Publicado en fecha 27-01-2017
Si la administración de Estados Unidos decide gravar las remesas mexicanas para pagar por el muro que planea construir, se reducirían inmediatamente los incentivos para enviarlas por canales oficiales, concuerdan el think tank Peterson Institute for International Economics y la escuela de negocios de la Universidad de Colorado Boulder.

Desde Washington, Monica de Bolle, investigadora del PIIE, considera que caerían bruscamente los flujos en canales legales, y los ingresos esperados de esta política estarían por debajo de las necesidades de rembolso del muro.

“Más importante aún: si los hogares mexicanos ya no reciben el impulso de los ingresos por las remesas, ya sea que porque los familiares envían menos recursos a México o porque ese dinero está siendo gravado, el consumo caería. Una caída en el consumo de las familias mexicanas seguramente afectaría las exportaciones de Estados Unidos, especialmente porque México es el segundo destino más grande para los bienes estadounidenses”, acota.

De acuerdo con el estudio de la escuela de negocios de la Universidad de Colorado Boulder, “incluso un pequeño impuesto sobre los canales formales de remesas tiene el potencial de reducir significativamente la demanda de estos medios para hacer los envíos”.

Estadísticas del Banco de México muestran que 98% de los recursos enviados desde el exterior a México en noviembre, vía remesas, llegó como transferencia electrónica. El resto (2%), llegó en efectivo, especie y órdenes de dinero, los citados canales informales.

Difícil de administrar
El análisis de la Universidad de Colorado Boulder utiliza datos del Banco Mundial para explicar que este tipo de impuestos es difícil de administrar, como ha sido el caso en Filipinas, en donde el gravamen se aplica una vez que ingresa la remesa.

Suele ser altamente regresivo y produce grandes pérdidas porque las remesas son altamente elásticas en sus costos.

El estudio del PIIE acota además que un gravamen de este tipo se aplicaría de manera general sobre el envío de la remesa, independientemente del origen del emisor. Es decir, se aplicaría sin distinción sobre la remesa que envíe un mexicano, un chino, un salvadoreño o un turco.

Actualmente Oklahoma aplica un gravamen a las remesas de 1% sobre las transferencias bancarias personales de efectivo a cuentas fuera del estado.

El estado documenta la retención como Impuesto sobre la Renta y por ende, cualquier residente legal recibe el dinero de vuelta una vez realizala declaración de impuestos.