Capital semilla de Tenonderã llega a comunidades indígenas de Pozo Hondo

Publicado en fecha 25-01-2017
“Los Proyectos del gobierno nos ayudan a conseguir un mercado seguro”, manifestó Jorge Ricardo Martínez Miguel, apicultor de la comunidad indígena Cristo Rey, situada a 10 kilómetros de Pozo Hondo, localidad que linda con Bolivia y Argentina.

Jorge se dedica a este rubro desde que tiene conocimiento, hoy tiene posibilidad de que este trabajo se siga potenciando con los recursos en concepto de capital semilla entregados por la Secretaría de Acción Social a través de Tenonderã.
 
La presencia de los Programas Sociales de la SAS, Tekoporã y Tenonderã son sinónimo de protección social para las familias de Pedro P. Peña, representan para ellos la oportunidad de generar mejores ingresos, de garantizar el mercado y sobre todo de ser visibles, porque el aislamiento es otro de los graves problemas que afrontan los habitantes de localidades como Pozo Hondo.
 
“Nosotros en Pedro P. Peña, que estamos en la frontera con Bolivia y Argentina nos dedicamos en esta parte a la recolección de miel, también a la venta de pescados para sobrevivir, es nuestro sustento familiar, así nos mantenemos ya que no tenemos otras alternativas”, nos dice Jorge.
 
Ahora con el Programa nos embarcaremos en un nuevo proyecto, el agrícola que nos dará la posibilidad de generar más ingresos”, remarca el participante.
 
“Ahora el nuevo rubro que vamos a realizar es el agrícola donde vemos el resultado del proyecto del gobierno porque nosotros tenemos el conocimiento sobre esto, solo necesitábamos una oportunidad”, manifiesta.
 
En relación a la situación actual de los jóvenes del lugar, expresó que ellos necesitan el apoyo para seguir adelante porque quieren estudiar y que este tipo de proyectos representan indudablemente una oportunidad para salir adelante, es un progreso para todas las familias que habitan la comunidad.  
 
“Nosotros somos los más necesitados de esta comunidad, con este emprendimiento del gobierno nacional, con su apoyo y con el acompañamiento de las autoridades y las ventas tendríamos un mercado seguro donde podemos tener la venta de 2 o 3 litros de miel que se transforman para nosotros en 2 kilos de arroz, además podemos ofrecer nuestro producto a un precio más alto”, nos dice.
 
Cabe resaltar que la comercialización en la zona se rige aún por el mecanismo de trueque, más alto el costo del producto representa mayor cantidad de alimentos no perecederos, indispensable para el sustento alimentario de las familias que viven lejos de almacenes o comercios donde pueden adquirir mercaderías.
 
Jorge sique relatando detalles de su trabajo de apicultor, “Por mi experiencia en una cosecha puedo quitar 20 litros de miel, pero ahora que recibiremos 2 cajas por persona, esto se puede duplicar.
La cosecha también depende de la época, en la estación de verano tenemos una mejor cosecha y prácticamente triplicamos la cantidad,” enfatiza.
  
“El precio ideal para la venta es de G.26.000 el litro, pero ahora nosotros solo vendemos a G. 10.000 o G. 12.000, no es suficiente porque somos muchos, en total 13 familias y toda la comunidad se dedica a la apicultura”, comenta dejando entrever lo difícil que es el sustento económico para todos ellos.
 
A pesar de lo inhóspito, de las escasas posibilidades de comercializar sus productos a un precio ideal la esperanza siempre está latente y se evidencia en la última parte del testimonio de Jorge, “Este año pensamos cosechar más que los anteriores. Hoy llega la oportunidad de tener nuevas cajas para criar a las abejas, en 15 días se puede trabajar depende de la abeja si es trabajadora y en ese tiempo ya puede llenar de miel.  Nos meteremos al monte para conseguir la colmena, esta es una buena época para conseguir  la colmena, ahora tenemos esta oportunidad para conseguir y en estos tiempos es buena para conseguirlo”, nos dice con la certeza de que todo lo que se cree se puede, con la fortaleza especial que tienen los habitantes de Pozo Hondo, con el espíritu guerrero que caracteriza a su estirpe y con la oportunidad que hoy se hace presente a través de un Programa Social que busca llegar a los sitios más lejanos de nuestro país donde viven compatriotas en situación de abandono y vulnerabilidad.